II

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-Ha pasado una semana.

-¿Eh? – el pelirrojo preguntó a su compañero no tan asombrado por lo que éste decía como por el hecho de que el castaño volviese a dirigirle la palabra más allá de lo estrictamente necesario.

-Sólo digo que no has hablado conmigo en toda la semana.

-¿Eso te molesta? Porque la última vez me dio la impresión de que te sentías incómodo hablando conmigo.

-Aún lo hago.

-¿Y entonces?

-Yo... de pronto ya no es importante.

-¿Qué quieres decir con eso? – preguntó volviéndose por primera vez hacia el que le hablaba.

-Sólo digo: nos hemos conocido por casi cuatro años y como lo dijiste antes somos un gran equipo y yo, bueno, yo pienso que nuestra amistad es más fuerte y más importante que un incidente de copas.

-Entonces...

-Entonces tienes libre la mañana del miércoles ¿no?

-Tan libre como tú.

-Te invito a desayunar entonces.

-¿Hablas en serio?

-Sí.

-Serio. ¿A las ocho está bien?

-Mejor cuando termines tu turno.

-Me toca cerrar la barra el miércoles – respondió haciendo una mueca.

-No importa, te espero.

-¿Seguro? Porque puedo tardar un par de horas después de que tu turno acabe.

-No me importa.

-Bien, entonces es una cita.

-No, no lo es – replicó el otro con una sonrisa.

-Entonces es una "no" cita.

-¡Correcto! Y yo...

-¿Sí?

-Yo... ya debo irme.

-Sí, yo también.

-Buenas noches, Emmet.

-Buenas noches a ti, Alec.

ALECWhere stories live. Discover now