X

18 5 3
                                    

Dos meses habían pasado desde el asesinato de Ángela Miguel y los oficiales no habían vuelto al bar, Emmet continuaba con su trabajo en el turno de la tarde de forma impecable dándose el tiempo para visitar a sus compañeros de la noche y Alec por su parte había sido invitado al cumpleaños de su sobrina.

En realidad no podía contarse nada realmente extraño o digno de mención... salvo que... salvo que había algo que estaba mal. Porque no podía ser algo bueno extrañar tanto a alguien que seguías viendo ¿verdad?

Justo pensaba en eso cuando el timbre de su apartamento sonó y, vestido con su habitual uniforme de trabajo, Emmet se encontró parado al exterior de su puerta.

-Buenos días Alec.

-Esto... buenos días Emmet. Tú... ¿no deberías estar ayudándole a tu hermana con sus tareas o algo así?

-Nop. Su infierno de proyecto por fin terminó así que ya no necesita de alguien que juegue al modelo para su retrato a carboncillo.

-Efectivamente luces feliz. ¿Realmente estabas arto de posar para ella, cierto?

-Sí.

-No es que te culpo... pero pasa: te invito un café o...

-Me encantaría más que nada pero debo irme. Frances se torció un tobillo y el jefe me pidió que cubriera su turno de hoy.

-Oh, ¿en serio? Otra vez tú para variar.

-No es como si me quejo de la paga extra dada la baja en las propinas. Además va a cambiarme hoy por el sábado así que me conviene.

-Sí, así sí lo hace.

-Oye Alec...

-¿Sí?

-Mañana es tu noche libre ¿no?

-Mmm... sí. Lo es.

-¿Y? ¿Ya tienes planes de qué hacer?

-No ¿por qué? ¿Quieres que vayamos con Amelia a algún lado?

-No. De hecho Amelia va ir al cine con algunos compañeros de la escuela así que pensé que tú y yo podríamos salir a hacer algo divertido.

Molesto consigo mismo Alec se mordió los labios. Las últimas veces que había visto a Emmet este parecía tan abocado a su hermana que no había hecho ningún intento de recordarle al castaño lo que sentía por él pero tal parece que el fin del proyecto de artes de Amelia había sido también el final de la ocupación total del tiempo de Emmet.

-Cuando lo preguntas así...

-Es porque quiero saber si tienes tiempo para ir a una fiesta conmigo ¿por qué más sería?

-¿La fiesta de alguien que conoces?

-Mmm... no. Sólo una fiesta que alguien va a organizar en una disco.

-Y sólo iríamos nosotros dos.

-Sí.

-Yo... no sé si pueda.

-Si hubiera preguntado por una salida con mi hermana y conmigo habrías aceptado sin dudar, pero si pregunto si quieres salir sólo conmigo entonces dudas – el pelirrojo lo dijo pero no parecía enfadado por eso – ¿sabes? Para mí esa es una excelente señal.

-Una... ¿una excelente señal? – Bien, decir que Alec estaba confundido sería un eufemismo.

-Sí porque, si la idea de salir solo conmigo te pone nervioso entonces esa es una señal de que sabes que algo puede pasar si estás a solas conmigo ¿No es así?

Y aunque lo expresó como una pregunta, las palabras de Emmet eran más bien un claro desafío... un desafío al que Alec no fue capaz de responder.

ALECWhere stories live. Discover now