VII

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-¿Quieres comer en mi casa mañana?

Nada más llegó Alec a su mesa con el tequila que había pedido, el pelirrojo no desaprovechó la oportunidad para hacer la oferta.

-¿Me estás invitando a una cita? – cuestionó en cambio el castaño intentando convencerse a sí mismo de que la idea lo disgustaba (aunque en realidad sus emociones estaban más cerca del miedo y la anticipación).

-Para nada. Créeme: cuando te lleve a una cita te llevaré a un lugar mucho más interesante que el comedor de ese pequeño apartamento.

-Emmet...

-¡Bien! No insistiré aquí, tranquilo.

-¿Y entonces? – aliviado (y muy dentro de sí también decepcionado) Alec miró al otro levantando una ceja.

-Oh ya ves: Amelia llega mañana y quiero que te conozca.

Tardó unos segundos en procesar la información.

-¿Qué me conozca? ¿A mí?

-Sí. Mira, le he hablado de ti prácticamente cada vez que ella y yo nos ponemos en contacto así que ahora que va a vivir conmigo estoy seguro de que estará ansiosa por verte la cara.

-¿Le has hablado de mí? ¿Ella sabe...?

-¿Qué me gustas? No. Ese no es el tipo de cosas que puedes decir por teléfono.

El castaño suspiró aliviado antes de regresar su atención a la conversación.

-Yo... no rechazo tu invitación pero tal vez sería bueno que fuera después, ya sabes, para darle tiempo de instalarse. Además no estoy seguro de estar a la altura de sus expectativas.

-Alec, Alec, Alec. En primer lugar ella dijo claramente "una vez que pise tu ciudad lo primero que vas a hacer es presentarme a ese amigo del que tanto hablas", en segundo lugar prefiero que sea mañana porque así nos veremos un poco sin que yo salga a las prisas para llegar al trabajo, y en tercer lugar tú mantente tranquilo, después de todo sólo es una comida ¿qué es lo peor que podría pasar?

-Yo...

-Vamos Alec, no vas a negarle esta pequeña petición a tu mejor amigo ¿verdad?

En momentos como estos es que Alec definitivamente odiaba la forma en que los ojos de Emmet le robaban la capacidad de negarle cualquier cosa.

ALECWhere stories live. Discover now