XXXIII

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Tan rápido como un parpadeo, un día Emmet miró el calendario y se dio cuenta de que su relación con Alec estaba cumpliendo ya seis meses y, aunque ninguno de los dos era de ese tipo que está al pendiente de cosas como los aniversarios, el castaño decidió que dejar pasar la fecha sería algo incorrecto y por eso es que los dos estaban ese día sentados en las mesas de ese restaurante de comida italiana.

-Es un buen sitio y el aire huele bien – admitió el pelirrojo dando un vistazo a su alrededor – aunque parece que es un restaurante bastante nuevo.

-Lo es.

-Entonces, ¿cómo es que diste con este lugar?

-Estás por averiguarlo.

Y acto seguido (desde la espalda de Emmet) Samantha llegó con una libreta en una mano y una pluma en la otra.

-Alec, Emmet ¡Qué gusto verlos!

-Hola Sam – saludó Alec con una sonrisa similar.

-¡Samy!

-Me da gusto que se hayan animado a venir, chicos – los saludó con una sonrisa.

-Samantha ¡vaya! El uniforme de este lugar te queda bastante bien – comentó el pelirrojo observando a la mesera con un ojo atento que sin embargo era más crítico que otra cosa.

-Gracias, de hecho Will dice exactamente lo mismo – respondió ella fingiendo un par de poses mientras sonreía – aunque yo en lo personal prefiero no tener que usar un delantal. Como sea ¿sólo vinieron a verme lucir linda o realmente van a ordenar algo? Porque si es lo primero realmente no me quejo pero si es lo segundo no tendré que dar y dar vueltas con vasos de agua para evitar que los echen de aquí.

Emmet abrió la boca para decir algo pero fue la voz de Alec la que se escuchó.

-Dos órdenes de Sopa Minestrone y Ossobuco como plato fuerte – pidió.

-¿Ordenas por los dos? – preguntó la mesera arqueando una ceja.

-Oh, confío enteramente en el gusto de Alec para esto – dijo Emmet guiñando un ojo.

-Si es así... ¡A la orden señores!

Girando de una forma que hizo lucir su cabello brilloso, Samantha se retiró hacia la cocina dejando a los dos hombres solos en su mesa.

-Entonces este es el nuevo lugar en el que Samy está trabajando – comentó Emmet cuando estuvo seguro que ya nadie más que Alan la escuchaba.

-Lo es.

-¿Entonces mi regalo de aniversario es que tú y yo una visita a una buena amiga?

-Sólo en parte. No voy a decir que no la extraño pero ese nuevo novio suyo no estaba de acuerdo con que ella "se arriesgara todas las noches" en un "antro de mala muerte" – y en realidad mientras entrecomillaba las palabras con los dedos no trató siquiera de ocultar su disgusto por la descripción de su sitio de trabajo.

-¡Va! ¡Cómo si cualquiera de nosotros fuera a permitir que cualquiera la molestarla! Mira, personalmente eso se me hace una tontería y pienso que ella estaría mejor de haberle hecho caso a Gabriel.

-Para cuando Gabriel se decidió el otro tipo ya la tenía en la bolsa – respondió Alec con el disgusto evidente en su tono de voz.

-Entiendo que Gabriel se tardó, y si Samy prefiere a alguien que la trate así no hay nada que podamos hacer al respecto; pero eso no quiere decir que debo sentirme bien por ella cuando sé que desde que sale con ese sujeto su sonrisa es más apagada de lo que era antes.

ALECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora