CAPITULO 3

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El portazo que dio el joven Omega sonó en toda la casa, se sentía burlado y muy dolido, ¿Es que acaso esa un cruel juego? ¿De que iban sus papás? Comprar el auto pero no dárselo, era como poner un vaso de agua a un sediento y decirle que no podía beberlo.

Era crueldad pura. Al menos eso sentía Jungkook. Pero es que a los 17 años no hay peor cosa que esa.

Al menos hasta el momento.

Se quería escapar para ir a beber o hacer alguna estupidez, pero en lugar de eso vio el caballete y sus pinturas. Era lo único que le daba paz. Ponerse en contacto con sus sentimientos y plasmarlos en aquellos lienzos. Se cambió de ropa, puso todo para dejar que los trazos cobrarán vida. Se sentía tan libre y bien cuando se entregaba a los pinceles y a las pinturas pasteles. Ese día sus obras denotaban puro coraje, y pinto a un Taehyung con sus grandes lentes, frenos, granos remarcando uno a uno estos rasgos, a sus padres como demonios. El castaño era toda una drama Queen cuando se lo proponía.

Cuando terminó se sintió satisfecho, aunque la pequeñísima sonrisa que se había formado en su rostro se desvaneció, recordó que estás pinturas jamás verían la luz, está ni ninguna otra, simplemente porque a su padre no le daba la gana que su único hijo se dedicará al arte. Ya mucho tenía con que fuera un Omega, al menos eso eso escucho decirle a su madre cuando está le contó que el joven quería estudiar arte igual que ella. “Eso jamás, si no se casa con un alfa, entonces va a ser abogado como toda mi familia”

Jungkook le tiro disolvente a las pinturas menos a la de Taehyung. Esa la guardo en su enorme clóset. ¿Por qué la vida era así de injusta?

Hace tanto tiempo que el castaño se sentía reprimido, siempre teniendo que aparentar cosas que no era, teniendo que ponerse una careta de indiferencia, de fuerza a veces solamente quería gritar y mandar al mundo al demonio, pero eso no es lo que se esperaba del Omega hermoso, como muchos le decían. Del heredero de los Jeon, esa loza se sentía muy pesada en su espalda. Y gracias a eso el no sabía si las personas se acercaban a el por si mismos, o impulsados por conveniencia.

Sumándole que ante la sociedad el no podía mostrarse como realmente era, hasta sus gustos musicales escondía. No es que realmente no disfrutara de los artistas que escuchaba, pero también quería poder poner un disco de rock sin que lo mirarán mal, porque un delicado Omega no debía escuchar esas cosas, o disfrutar de películas Gore, o un sinfín de cosas más que no estaban hechas para un Omega, uno de clase alta como el.

Y se sintió más miserable aún, pobrecito pajarito encerrado en una jaula de oro, así se sentía.

Perdió la noción de en qué momento se quedó dormido llorando. Cuando la alarma sonó al otro día, el sentía que no había descansado, pero tenía que ir al colegio. Se miró al espejo y tenía mucho que cubrir con maquillaje, los ojos estaban hinchados, y tenían una ojeras pronunciadas. Comenzó su ritual de belleza y una vez abajo se fue sin siquiera pasar por el comedor a ver a sus papás. Ni siquiera se fue con el chófer, pidió un Uber y cuando llegó al colegio quiso morirse de nuevo.

Estaba seguro que ese no sería su año en ningún aspecto.
Un hermoso auto Porsche color negro se encontraba en la entrada del colegio y todos los alumnos alrededor de el. Jungkook quiso irse sin ser visto pero aquella persona no dejaría que el se fuera sin restregarselo en la cara.

—Jungkook!, Querido!— Yugyeom se salió del auto con su sonrisa más burlesca que jamás se le había visto. El sabía que ese auto era el que el castaño quería con todas sus fuerzas. Nada de eso era coincidencia.

—Yugyeom, querido!— Trató de sonar normal, como si verlo en ese auto no le hubiera provocado dolor.

—¿Has visto esta belleza? — El azabache le mostró el auto como si Jungkook no lo hubiera visto ya.

—Es un auto muy hermoso, felicidades.— El Omega con olor a manzana casi escupió aquello.

—Lo sé, ahora entiendo porque tú lo deseas tanto, ¿Y cuando es que te lo darán? Vamos Jeon Jungkook no puede ir por ahí en ubers o con el chófer de sus papás.

—Pronto, ahora sí no te importa tengo clases.— Eso le importaba menos que nada, pero no quería seguir ahí con el Omega olor a lavanda presumiendo su auto nuevo.

Estúpido Yugyeom. Estúpidos papás, estúpida vida.

Apenas si puso un pie en el salon de clases Taehyung ya lo estaba esperando algo ansioso.

—Y-ya no me… me llamaste para la T-tarea.

—Mierda!— Jungkook zapateo en berrinche, ¿Es que nada le podía salir bien?

—T-tranquilo, te hice la T-tarea.— El pelinegro le tendió una hoja con la tarea ya hecha— Ya s-solo pásala en tu libreta.

—Los ojos de Jungkook se abrieron grandes, tomó la hoja entre sus dedos, y aunque no entendió nada de lo que decía, si Taehyung lo había hecho seguramente es que estaba perfecto— Gracias!— Le dedicó una sonrisa con arruguitas. Y Taehyung sacó su inhalador. El castaño se maldijo internamente, ¿es que este chico tenía todos los defectos del mundo?

Cuando el profesor pidió la tarea se asombro cuando vio la libreta del Omega con todo correcto, Taehyung se tomó la molestia de hacerla dos veces, ya que cambio cosas para que no se vieran iguales, y sobretodo para que pareciera que Jungkook realmente la había hecho. Así que ante esto el profesor alfa con olor a habano le tuvo que poner una A. Era la primera vez que el castaño tenía una A. Sobretodo en ciencias.

Cuando el timbre sonó Jungkook tomó sus cosas y antes de irse del todo hizo contacto visual con Tae, ambos se dijeron adiós con un movimiento de mano. Inmediatamente los tres plásticos se reunieron en el campo del colegio.

—Jura que el nerd hizo la tarea dos veces!— Jin no podía creer aquello. — es un completo perdedor.

—Si que lo es, pero mira el lado bueno de eso, le valió una nota excelente a Jk.— Jimin acotó aquello. —Imagina que siempre te hiciera las tareas, tendrías notas muy altas y ese auto sería tuyo— Soltó el rubio con aroma a fresas, mientras se miraba las uñas.

—Jungkook lo miró de golpe y Jimin se encogió en su lugar— Chimi! Normalmente eres un idiota, pero ahora Está idea es perfecta!

—¿Estás hablando en serio?— Jin miró a ambos— ¿Cómo conseguirás que Kim Nerd-hyung Haga tus trabajos?

—Eso es fácil, mi querido Jin, como consigo todo lo que quiero— Batió sus pestañas en coquetería. —Soy el Omega más hermoso de toda la ciudad, crees que Kim Nerd-hyung me dirá que no?

—¿Te acostaras con el?— Jimin puso cara de terror.

—Claro que no! ¿Cómo se te ocurre?— Ambos amigos respiraron aliviados. — Simplemente me haré su “amigo” para ganarme su confianza y que me haga todo lo que quiera. Verán que en poco tiempo tendré a Kim haciendo todos mis trabajos. Y un auto porshe nuevo y Yugyeom se tendrá que tragar sus estupideces enteritas.

Los otros dos Omegas sonrieron triunfales, no dudaban para nada de las capacidades de envolver a las personas de Jungkook, sobretodo si hablaban del nerd de la ciudad.

Ese día Jungkook volvió con una sonrisa a su casa, se paró frente de sus padres para decirles aquello que sería su perdición.

—Papá, mamá, acepto los términos y condiciones para tener el auto.

—¿Y por qué ese cambio tan repentino?— El señor Jeon enarco una ceja.

—Por que se que lo conseguiré.

AMOR FORTUITO [K.TH+J.JK] [ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora