| Capítulo 10

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«Escalaría cualquier montaña y ninguna se me haría tan alta cuando se trata de ti.»

— ¿Qué haremos hoy?

— ¡Hoy haremos sushi de corazón!

— ¿De corazón?

— Sí, es que si te das cuenta, los circulares parecen pezones, así que prefiero hacer los de corazón, además se dice que es un plato romántico, así le haces algo rico a tu próximo Omega.

— Lo dudo, tal vez no tenga Omega hasta en muchos años. — Bromeó.

— ¿Cómo qué no? Tienes a muchos y muchas Omegas tras tuyo, ¿no piensas fijarte al menos en unito? — Exclamó con un suave puchero.

— Claro que sí, pero no aún, quiero despejar mi mente y no enamorarme por ahora.

— P', eso no lo podemos controlar, es cosa del destino.

— El destino no existe.

Ambos ya se encontraban en el departamento de Bright, había sido un día tranquilo pero a la vez emocionante, pues ambos no podían dejar de ver el reloj de sus muñecas, ansiosos porque ya llegara la tarde donde se encontrarían y pasarían tiempo juntos.

Cuando el Omega vio al Alfa llegar no pudo evitar correr al auto que se encontraba estacionado en los exteriores de la cafetería, mirando con alegría y emoción al azabache, el cuál lo recibió contento pues aunque no lo aceptara fácilmente, había extrañado a Win y Win a Bright. En el camino rumbo a la casa lujosa, se la pasaron conversando y bromeando con unas sonrisas de oreja a oreja en sus rostros, contándose algunas anécdotas divertidas de cuando eran niños y sus gustos personales, dándose cuenta de que no coincidían algunas cosas, pero eso no se les hizo problema alguno.

Ahora se encontraban en la cocina sacando los ingredientes que usarían para hacer el delicioso plato, Bright estaba emocionado de aprender algo nuevo, pero lo que más le ponía feliz, era el simple hecho de que lo aprendería junto a Win.

— Bien, empecemos, primero hay que hacer el arroz en la olla arrocera P'Baii, así que ven aquí, te enseñaré.

— Yo escuché que el arroz se hace solo, nomás debes poner agua y sal.

— ¡Exacto! Pero debes aprender las cantidades. Mira, para seis porciones debes usar dos tazas, pero solo somos dos, así que usaremos una taza no tan llenita, ¿bien?

— Entendido. — El Alfa agarró una taza no tan grande y lo llenó de arroz, para después mirar al castañito con una suave sonrisa. — ¿Así?

— ¡Si! Genial, lo haces genial, ahora ponlo en la olla.

— ¿Solo eso? Creí que haríamos más. — Murmuró el Alfa con una suave sonrisa de orgullo, pensando que con tan solo poner arroz ya habían acabo de cocinar.

— Claro que no bobo, tenemos que hacer el pollito, la palta y poner cosas ricas al sushi. — Regañó el pequeño con un suave puchero, supervisando que el Alfa ponga las cantidades correctas de ingredientes para que el arroz saliera perfecto.

— Oh... Así que era eso, pero es fácil, ¿no? Ya sé hacer el pollo. — Balbuceó el azabache como un niño regañado.

— Muy bien, haz el pollo, quiero ver cómo lo haces, recuerda no poner mucha agua P'Baii.

— No debes repetírmelo, soy un máster chef. — Ambos empezaron a reír por el comentario del mayor, el cuál ya estaba manos a la obra para preparar el delicioso pollo, siguió todas las instrucciones que Win le había dado el día anterior; un poco de sal, agua y el pollo, poner a fuego alto para que hierva y listo. — ¡Lo logré!

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora