| Capítulo 42

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«Mucha gente de tu pasado conoce una versión tuya que ya no existe.»

— ¡Gun! ¿Tomaste fotitos de los tigres cachorros?

— Sí Phi, saqué muchas… — Respondió en voz baja. — ¿Podemos ir ya a casa? He quedado con un amigo.

— Primero iremos a almorzar a algún restaurante. — Se acercó al más pequeño y notó que sus ojitos estaban levemente irritados, cosa que lo descolocó un poco, al mismo tiempo se preocupó. — ¿Pasa algo? — Preguntó, llevando sus manos tibias a las mejillas más gorditas de Gun para acariciarlas.

— Nada Phi. — Murmuró con una pequeña sonrisa, acercándose a dar un beso en la mejilla contraria. — Creo que estoy algo triste… — Susurró sobre el pecho de Metawin quién lo había tomado en un dulce abrazo que no se tardó en corresponder, era lo que más necesitaba en esos momentos.

— No lo estarás más, iremos a comer a un lindo sitio y te divertirás con tu amigo hoy. — Sonrió con suavidad. — Vamos ya a comer, y no quiero ver tu carita triste, ¿Si? Sonríe, bebé.

Gun estaba plenamente agradecido por todo lo que recibía de parte de sus mayores, de la nada su vida había dado un gran giro y cuando creyó que sus mañanas serían las de siempre, se vio huyendo de casa para no ser infeliz rodeado de sentimientos negativos que su familia le brindaba. Abrazaría con mucha fuerza a Win como si ahora el fuera su padre, aunque con sinceridad lo consideraba más que solo uno, para él, era un ángel que lo cuidó en su momento de tristeza a pesar de que ninguno tenía una buena estabilidad mental en ese entonces.

Se despidieron de Off, mismo que en lo que restaba del camino tenía un semblante serio y por alguna razón, herido. Estaba consciente de que había cometido un gran error a la hora de decir tantos disparates solo por celos, pero en ese momento no se dió cuenta de la rivalidad que él mismo estaba creando con Gun, ya no sabía ni lo que quería, se sentía abrumado, cansado mentalmente de estar sobre pensando de esto y aquello, cada noche antes de dormir pensaba una y otra vez en ese día en el que el pelinegro le dejaba en claro que no era como sus otros Omegas.

En un principio no le había tomado nada de importancia, pero llegó a un punto en el que se dió el tiempo de analizarlo y pensar que tal vez tenía razón, debía de parar con ese sube y baja de emociones, ponerse un alto, dejar de usar a los Omegas como objeto que podía cambiar cada semana para liberar sus deseos sexuales, estaba mal hacerlo de la manera tan morbosa y tóxica como él mismo lo hacía.

Cuando comenzó a pasar junto a Gun el celo la culpa inundó su corazón por estar traicionando a la que fue su primera y "última" Omega. Desde ahí salió con más personas ya no por complacer sus fetiches, si no para sentirse por alguna razón; limpio. Quería pensar que Gun era un polvo más como cualquier otro pero todo empezó a cobrar sentido cuando se dió cuenta de que no era solo eso ya que ellos dos no habían tenido sexo, habían pasado el celo de manera romántica, entre besos, caricias y felaciones, ya no se sentiría mal por eso, si seguiría pensando sobre el que diría una persona que ya estaba muerta, no sería feliz por el resto de su vida.

Se daría una oportunidad él mismo, no quería perder del todo al pelinegro, así que daría de su parte para ganarse la confianza una vez más, pero primero debería trabajar en su amor propio, terminaría la relación actual que tenía, ella era una linda chica, pequeña y delicada que lamentablemente ya había perdido su primera vez con el patán de Off, pero justamente por eso no seguiría mintiendo sobre sus sentimientos y no seguiría engañando a su propio yo, sería triste pues esa chica se veía realmente ilusionada, pero era por el bien de ambos.

[...]

— ¡Khainie! — Corrió con felicidad hacia la figura más alta cuando lo reconoció a lo lejos, se lanzó de un saltito al cuerpo contrario para abrazar la espalda del mayor y chilló con emoción. Estaba más animado, había comido mucho en el almuerzo y eso fue una subida de ánimo impresionante, como dicen, donde hay comida hay amor.

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora