| Capítulo 49

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«Todas las cosas que deseas cambiarte, a mí me parecen perfectas por ser tuyas.»

Win casi se olvidaba de todo lo ocurrido, ya lo había hecho. Asimilar con calma lo que vió fue muy difícil pero lo hizo, el problema es que su pecho seguía teniendo un peso que agotaba sus ánimos demasiado, casi no hablaba con Gun, solo se la pasaba metido en su habitación y nada más salía para trabajar y preparar las comidas del día, tampoco había tenido ganas de ver a Bright por el simple de hecho de que no quería transmitir más tristeza de la que ya estaba emitiendo con tan solo respirar.

El resentimiento lo abrumaba, era una sensación horrible de querer abrazar a la persona que querías pero tus brazos no respondían por miedo a tener el rechazo o una mirada de desprecio.

Era miércoles por la noche, comenzaba a preparar la última infusión de hierbas como anticonceptivo y una rica cena de bizcocho dulce y leche con chocolate derretido. Era la cena favorita de Gun para días fríos o tristes… Quedaba justo para la ocasión. Deseaba con todas sus fuerzas hablarle para reconciliarse, pero no salían las palabras.

Caminó a la habitación del menor con la bandeja en manos e ingresó, viendo un bulto envuelto en las sábanas junto al intenso aroma del celo que apenas empezaba a desaparecer. Dejó el objeto sobre la mesa de dormir y posó su mano con duda sobre la espalda del menor, acariciando suavemente para después suspirar. Nonle gustaba verlo de esa manera, la marca apenas estaba cicatrizando y era por falta de su Alfa. Normalmente cuando se crea un nuevo lazo los Omegas tienen fuertes necesidades de estar solo con su pareja, el aroma y mimos, pero Gun la estaba pasando mal.

— Gun, despierta. Traje tu cena. — Habló con voz suave, alejándose de a poco para después agachar su mirada. Quería hablar para pedir disculpas y retractarse. No podía separar a dos destinados, no le gustaba la manera en lo que lo iniciaron, pero él no era nadie para decir que comienzo valía y cuál no.

Apretó sus puños al no recibir respuesta y se dirigió a la salida a paso lento, con un semblante triste salió, pues se dió cuenta del daño que estaba causando y que en algún punto, se llegó a parecer mucho a sus padres cuando no le permitían expresarse, en esos meses donde solo lo mandaban a callar y él estaba igual de deprimido en su cama. Se sintió un monstruo, malo, una persona sin sentimientos que no tenía empatía con el que se suponía era lo mejor que le pasó.

Al llegar a su habitación se puso su pijama con pereza mientras podía sentir su marca picar, eso sucedía cuando no había comunicación con su Alfa y estaban distanciados por la tristeza, ya estaba cansado de todo, solo dormiría y mañana tal vez tomaría el valor para rogar perdón. Se sentía culpable, el malestar no se iría hasta por lo menos un par de días más, merecía un castigo y lo estaba viviendo con la culpabilidad en su cuerpo. Se acurrucó de manera que quedara mirando al oscuro techo por la luces apagadas y pensó.

Cuando él y su Alfa estuvieron por mucho tiempo separados, él tuvo constantes recaídas en la depresión porque su corazón se había enamorado de manera increíble, tanto así que saber que podría perder al amor de su vida por no ser suficiente lo hacía caer en un hoyo profundo de dolencias hasta el punto de odiarse a si mismo y despreciar su cuerpo, solo por no ser fértil. Un adolescente de casi diecisiete años no podía estar con un hombre de veintitrés, eso iba contra la moral de la sociedad y serían constantemente criticados por un fuerte grupo de personas conservadoras, él no quería formar parte de ese grupo que solo dañaría, así que empezó a tener empatía.

Tomó su celular y buscó el contacto con rapidez en la brillante pantalla que hizo sus ojos arder. Al tener el nombre en mayúsculas junto al ícono de llamadas, dió un respiro y lo presionó con su pulgar, escuchando el sonido de la línea indicar que era una llamada entrante, pegó el parlante a su oído mientras mordía su labio inferior y cuando escuchó la voz del Alfa a través del teléfono tembló.

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora