Cayendo en tus Alas

Capítulo 14.-

La Decoración y Cambios en la Oficina

Me desperté temprano, ya que hoy será un día muy ocupado para mí, realizarle cambios a la oficina es un trabajo tedioso en realidad, pero me lo propuse, debo sentirme bien en el lugar donde paso casi la mayor parte del tiempo; gracias a Dios tendré ayuda de mis amigos. Antes de salir de la casa, llamé al lugar donde había comprado todo lo que necesitaba para la decoración de la oficina, para ver si ya tenían todo listo; me dijeron que sí. Entonces les dije que los lleven a la empresa, que nos encontraríamos allí en unos quince minutos. Entonces me apresuré a tomar un taxi.

Tenía que quedar todo arreglado hoy, ya que mañana debo regresar a la universidad, porque he cambiado mi horario para las nuevas asignaturas, ahora recibiré clase los miércoles, jueves y viernes en las tardes, y así trabajar en las mañanas. Tenía que asistir sola a la universidad ya que, Lanoy había terminado, solo tenía que trabajar la tesis y luego la graduación. Su carrera era Arquitectura.

Llegué a la oficina justo a tiempo ya que llegaba también el pedido. Empezaron a descargar las cosas en el almacén hasta el momento que yo los necesitara, les di las gracias, una propina a los cargadores y se fueron.

Compré un nuevo escritorio, silla ejecutiva, cuadros, pintura, cortinas, plantas, adornos, estantería que no había, entre otros adornos y cosas de oficina. Solo llevaba dos días trabajando y ya había hecho una revolución, no sé por qué no habían dicho nada y aceptaban lo que yo dijera, pero, qué más da, ya lo estoy haciendo, para lante.

Las chicas, Ami y Leslie, decidieron ayudarme, llegaron un poquito más tarde, trajeron bocadillos, refrescos y agua; después de un buen desayuno, iniciamos el cambio y comencé a dar indicaciones a mis ayudantes extras de la oficina, por supuesto se les pagará, les decía en donde debían poner las cosas.

- Deseo poner el sofá de este lado, el escritorio así, el estante va en ese lugar- les iba diciendo.

Pero claro, luego de haber pintado todo de uno de mis colores favoritos el lila; puse ambientadores para desvanecer el olor a pintura. Estaba absorta en mis pensamientos cuando alguien habló a mis espaldas, era Lanoy.

- Oh, ¡Qué gran cambio!, está todo muy lindo. Voltee a mirar- digo la oficina-volvió a decir. Y me dio vergüenza, me sonrojé, no sé qué pasó por mi cabeza.

- Sí, ahora parece una oficina real, porque al parecer su antiguo dueño no tenía la más mínima idea de lo que es una oficina -le dije. Quizás es un señor frío, cascarrabias y calculador... esto último lo dije con profundidad.

- ¿Así lo crees? - me dijo. Me miró raro y vuelve y me dice- Si supieras....

- Me encantaría conocerlo, ¿Podrías decirme algo de él?, el otro día Leonardo me dijo lo mismo que acabas de decir, pero nunca me dice quién es, ni aún su nombre.

- En su momento te lo diré, asegúralo y lo podrás conocer, solo te diré que se llama Dante – me dijo. Luego se pegó a mí, acercándose a mi oído y me dice: La oficina, está hermosa como tú...

Me quedé de hielo, ¿Qué fue eso?, pensé y sentí que me puse roja como un tomate, y allí me quedé parada con esa frase. Solo fue un cumplido, somos amigos ¿no?, es todo. Pero aún mi cabeza y mi corazón pensaban lo contrario, quizás le gusto, aunque sea un poquito.

Moví mi cabeza de lado a lado tratando de sacar ciertos pensamientos de mi cabeza y a la vez me digo: No pienses nada, es imposible, jamás pasará algo así. En ese momento me sentí un poco triste, a tal punto que solo bajé mi cabeza, él lo notó y me dice:

- ¿Qué te pasa Nathy? ¿Te sientes mal?, ¿te ofendí?, lo siento, perdóname por favor – me dijo.

- No te preocupes, no es nada, somos amigos y tus palabras me alagan- le dije. Aunque no como yo quisiera- pensé.

- ¡Qué bien! Me quitas un peso de encima, creí que te había ofendido, trataré de nunca hacerte sentir mal, te lo prometo.

Estrechó mi cara entre sus manos y, me dio un beso en la frente, señal de protección. Alcé los ojos, y lo miré fijamente y él me miró al mismo tiempo; quería que pudiera ver en mis ojos, lo que yo estaba comenzando a sentir por él. Pero al parecer no lo comprendió o quizás decidió ignorarlo y con razón, no teníamos mucho tiempo de conocernos, pero el corazón en cuento al amor no conoce de tiempo, ni edad, ni raza, ni color; en fin, no hay manera de cómo explicar cuando uno se enamora. En ese momento entró Leonardo, y Lanoy, me soltó rápidamente.

- ¿Cómo van? - me preguntó. Realmente está muy linda, ¡qué cambio!

- Sí, está quedando bella, no sé cuánto tiempo esté trabajando aquí, pero el tiempo que me quede, quiero estar en un buen ambiente y cómoda- le contesté.

- Eso está muy bien- me dijo Leonardo. Quiero recordarles que se acerca el aniversario de la empresa. Deben ir haciendo los preparativos para la fiesta que siempre hacemos.

- Perfecto -dijo Lanoy- Hay que contratar a un equipo para tales fines. Unos días antes de la fiesta, también será mi graduación.

- ¡Oh! Ok. – solo dije. Pero me quedé pensando, porque Lanoy respondió rápidamente, sobre la fiesta de la empresa, aunque él y Leonardo son mejores amigos, bueno, casi como hermanos, pues obvio que quiera ayudar a Leonardo.

- ¿En cuánto tiempo exactamente es el aniversario de la empresa? - pregunté.

- En tres meses – me contestó Leonardo.

- Ok. Cuentas con mi ayuda -le dije. Ah Leonardo, también quería decirte que, de ahora en adelante, los lunes y los martes podré venir tiempo completo y los otros días en las mañanas, ya que la universidad inicia mañana e ir en las tardes.

- Ok, está bien – me dijo. Recuerda que estas contratada solo medio tiempo, los dos días que trabajes completos se te pagarán como tal.

- Muchas gracias Leo- le hice pulgares arriba. Bueno, ahora debemos continuar-le dije.

Lanoy solo observaba y de repente me dice:

- Nathy, ¿no será muy pesado para ti... trabajar así?, y ¿cuál es tu tiempo para estudiar y descansar?

- Gracias por tu preocupación amigo – le dije. Pero para eso están los sábados y domingos.

- Está bien, si tú los dices –me dijo. No quiero cargar con enfermo, tienes que cuidarte bien.

- No pasará nada Lanoy –le dije. Y nos reímos a la par.

Así llegó la hora del almuerzo, salimos al comedor de la empresa todos juntos, pedimos pollo, el mío y el de Lanoy picantes, nos encanta, papas fritas y jugo de pomelo. Luego regresamos al trabajo nuevamente.

Un poco más tarde de las cuatro, ya habíamos terminado, todo en su debido lugar, ahora la oficina era digna de una buena ejecutiva, bueno en este caso una buena guía. Todos quedamos satisfechos del buen trabajo realizado. Y como reajuste y concluir el día, Lanoy y Leonardo nos invitaron a todos a cenar, entonces Leslie llamo a Marcos para que se nos una.

Aprovechamos y nos tomamos un poco de vino y luego cada uno partió a su casa. Yo me regresé con Marcos y mis amigas. La verdad a pesar de ser un día fuerte con mucho trabajo, al final de éste, puedo decir que la pasamos bien, trabajamos unidos, entonces, es grato decir que, en la unión esta la fuerza.  Es bueno saber que, en ciertos momentos en la vida, puedes contar con otras personas dispuesta a ayudarte cuando más las necesitas.

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Hola

Espero que les guste este capítulo así como todos los demás.

Pero por favor, espero un me gusta y tu voto, son importantes

para mi.

Muchas gracias.

Besos robados.