Capítulo 28. 2da. Parte.

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Cumpleaños de Analís (Nathalia).

- Estoy claro, amo a Nathalia, la amo tal y como ella es, amo lo hermosa que es como persona, como amiga y lo especial que es por dentro.

Fueron las palabras de Lanoy, y éstas resuenan como un tambor en mi cabeza.

¡Dios mío!, no podía creerlo, Lanoy estaba enamorado de mí, bueno de Nathalia, en realidad me amaba, eso me hacía feliz, de pronto una sonrisa se asomó en mi rostro, estaba frente a mí, y entonces Lanoy me pregunta:

- ¿Estás sonriendo? ¿Qué sucede?

- ¿yo?, es que tus palabras son muy lindas-le contesté- ya quisiera yo encontrar a alguien que me ame así de esa manera.

- Lo encontrarás –me dijo- eres una mujer muy hermosa, simpática y amable.

- Gracias por el alago –le dije- en eso nos parecemos, y le guiñé un ojo, sonreí.

- No creo creo que Nathalia pueda ver eso en mi –me dijo apenado- desearía que ella sienta lo mismo que yo siento por ella. Es el amor de mi vida, pero aún no lo sabe y quizás no se ha dado cuenta.

- Quizás sí, es posible que ella sienta lo mismo por ti, me ha hablado mucho de ti, esperamos que regrese pronto – le dije.

- Si, ojalá –dijo él- vamos hacia donde están los demás.

Asentí con la cabeza y fuimos al encuentro de los demás, charlamos bastante; pensé que ya era el momento de la aparición de Nathalia nuevamente, espero que nada salga mal.

Los dejé a todos entretenidos, entré nuevamente a la casa para prepararme; unos minutos después, volví como Nathalia, compartí con los chicos, pero, no me acerqué mucho a Lanoy, pero este me miraba atentamente, me imaginaba lo que pensaba.

Me hicieron beber y estaba mareada, no podía seguir tomando, debía irme antes que se descubriera todo y regresar en mi fase original como Analís; así que, aproveché que todos estaban inmersos en una amena conversación y me alejé; pero, antes de irme, miré alrededor y no vi a Lanoy por ningún lado, estaba bebiendo mucho vino, me preocupaba, pero continué mi camino para hacer el cambio.

Justo antes de entrar en el estudio, sentí una mano que me aló de repente, me pegó contra la pared, no podía divisar nada, estaba oscuro, de pronto sentí unos labios junto a los míos, quise resistirme, pero los reconocí, eran cálidos, con un sabor especial, sentí su olor, era Lanoy, por un momento me dejé llevar y lo besé, un beso urgente, un beso lleno de promesas, un beso de amor, un beso cargado de urgente deseo y desesperación.

Lo besé y me gustó, pero aun así me alejé y corrí de nuevo. Ahí lo dejé nuevamente parado en la oscuridad, quizás un poco confundido, pero no podía quedarme, pero sé, que se había dado cuenta de mis sentimientos por él.

Y así continuó la noche entre Nathalia y Analís. En el último cambio, estaba ya un poco borracha de tanto vino, y se me estaba haciendo difícil estar intercambiando, así que, en un momento dado se me olvidó cambiarme el collar y los aretes, y cuando salí como Nathalia, Lanoy no dejaba de mirarme.

Siempre trataba de alejarme de él, pero después de ese beso, no quería jugar con fuego, pero se me acercó, no me di cuenta cuando lo hizo y me dice:

- Nathy, disculpa ¿Por qué tienes el collar de Analís?

- Yoooo –solo atendí a decir.

Porque me quedé de piedra, no encontraba que decir, debía que actuar rápido, solo unas palabras vinieron a mi mente:

- Oh, lo que sucedió es que el mío se rompió y Analís me prestó éste por hoy, teníamos dos iguales.

Cayendo en tus AlasNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ