Capítulo 27. 2da. Parte.-

17 3 2
                                    

Preparativos cumpleaños de Analís (Nathalia).

Me desperté temprano, hoy los trabajadores concluirían los trabajos para el día de mi cumpleaños, debía estar todo arreglado, solo faltaban dos días. Esperaba la llamada de Leslie a ver si había entregado la renuncia.

La verdad ya no me sentía sola en la casa, porque ya había contratado al personal que necesitaba para la limpieza y organización de toda la casa y lo demás.

Las horas pasaban y Leslie nada de llamar, y me preocupé, tomé el celular y decidí llamarla.

- Hola Nathy, buenos días- me respondió una voz del otro lado.

- Hola Leslie, ¿Qué ha pasado? –le pregunté- me he quedado esperando tu llamada, ¿entregaste la renuncia a Leonardo?

- Si, lo entregué –me dijo- pero Leonardo está molesto, no acepta tu renuncia –continuó – dijo que te buscaría por cielo, mar y tierra; para hacerte regresar –me dijo Leslie.

- Bueno, tendrá que aceptarla, porque ya Nathy no volverá más –le dije a Leslie.

- Así es amiga, hay que olvidar a Nathy –dijo.

- Poe otro lado, Leslie –le dije –solo faltan dos días para mi cumpleaños, hay que ir organizando todo.

- Lo del banquete y la decoración ya confirmé, está todo listo –me dijo Leslie.

- Mi primo estará aquí, no creo que mi tío pueda estar, y, además, nuestros amigos –le dije.

- Espera Nathy, pero hay un problema –me dijo Leslie.

- ¿Cuál? – le pregunté.

- Es que, si viene Lanoy, el reconoce a tu tío y a tu primo, digo el primo de Nathalia y tú no eres ella – me dijo, a lo que le di la razón- ¿Cómo justificarías la presencia de ellos en tu cumpleaños?

- La verdad no había pensado en eso –le dije- bueno, es posible que solo venga mi primo y podemos decir que somos amigos.

- Ah, correcto, estamos bien entonces –me dijo Leslie. Todo listo. ¡Ah! -me dijo- debemos ir a comprar nuestros vestidos.

- Mañana iremos –le contesté- bueno, te dejo amiga, descansa, cuídate, hablamos mañana, te quiero.

- Muuuua querida –me contestó Leslie- te quiero más, hasta mañana, bye. Y colgó.

El cariño de nosotras había crecido con el tiempo, jamás había pensado encontrarme a una persona tan extraordinaria como ella, pero, la vida da muchas vueltas y a veces a la vuelta de la esquina, te encuentras con alguien especial, que se queda en tu corazón para toda la vida, entonces, podemos decir que, la amistad es una joya muy difícil de encontrar, y si dos personas la tienen la deben conservar.

Eran horas de la tarde, no faltaba mucho para caer la noche, me puse un short y una playera, solté mi cabello, ya estaba un poco más debajo de la cintura y decidí ir unos minutos a la playa, quería ver el atardecer, sentir el viento sobre mi rostro, era mágico aquel lugar.

Mis pies descalzos pisaban la arena, me gustaba hacerlo, porque sentía alivio en mis pies. Caminaba despreocupadamente, y me sentía transportarme a otro mundo. Miraba hacia el horizonte y de pronto, sentí algo posarse en mi hombro, me puse de piedra, pero aún así, poco a poco me di la vuelta y mi asombro no se hizo esperar, abrí mis ojos hasta más no poder. Eran Leonardo y Lanoy ¿qué hacían allí? ¿sería el destino o la vida con sus malas pasadas a veces?

- Hola Analís –me dijo Leonardo como asombrado. ¿Cómo has estado? ¿qué haces aquí?

- Hola Leonardo, hola Lanoy, lo mismo pregunto yo –les dije- vivo aquí cerca, mi casa es aquella que ven ahí- les señalé con el dedo índice, esa detrás de los árboles.

Cayendo en tus AlasWhere stories live. Discover now