Capítulo 30.

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Capítulo 30.-

El Regreso/La Venganza -El inicio.

Me desperté al escuchar el sonido de la alarma, había llegado cansada y tomé un descanso merecido, después de un largo baño, tenía que estar regia y hermosa para el momento que tanto había esperado, me sentía preparada para ello; aun sabiendo que al momento de presentarme allí, podría perder para siempre, a Lanoy, lo más preciado que tenía, el amor de mi vida, ya que, quizás no pueda perdonarme el haberle ocultado mi verdadera identidad, lo sentía de verdad, pero, la vida es así, a veces suceden cosas inexplicables y difíciles de comprender.

Tenía que levantarme, había muchas cosas por hacer, caminar un poco, ir de compras, al salón de belleza, al Spa, etc. Además, tenía que arreglar y poner al día algunos documentos con mi abogado Máquensy, debía tener todo en orden.

Mi tío quería acompañarme, pero se le presentó algo, así que mi primo decidió acompañarme, éste pasaría por mí al hotel y nos iríamos juntos. Es muy temprano todavía, así que, haré una caminata después tomaré un largo baño y me iré al Spa, de compras y por ultimo al salón de belleza; espero estar relajada para cuando llegue la hora. Ah, casi lo olvido, tengo que ir con Maquensy a la oficina de abogados y terrenos.

Me acerco al balcón de la habitación de un quinto piso en el que estoy alojada; el viento frío sopla apaciblemente, haciendo que se me pongan los pelos de punta y penetra por todo mi cuerpo, haciéndome temblar y no por miedo, jajajaja.

Luego de una larga caminata, el sudor resbalaba por toda mi piel, me di un baño, empecé a prepararme, pero antes llamé a mi abogado para que me pasara a buscar para ir a las oficinas correspondientes. Dos horas más tardes estábamos de regreso al hotel, nos despedimos para reencontrarnos más tarde.

Llamé al spa para confirmación, y así sucesivamente fui realizando las tareas para cada momento. El último lugar, fue el salón de belleza. Entré...

- Buenas tardes, mi nombre es Analís –dije a la recepcionista con cara de no querer trabajar- He reservado una cita para hoy.

- Hola señorita, ¿Para qué hora la reservó? –me preguntó.

- Para las cuatro de la tarde, ¿Puede usted confirmarlo? –le pregunté.

- Ok, espere, un momento, voy a confirmar lo que me ha dicho –me dijo.

Se dedicó a revisar el computador que tenía a su alcance, y...

- Aquí está, ¿señorita Analís Deuthché?

- Sí, soy yo -le contesté.

- Son trescientos (300) euros, tiene usted que realizar el pago –me dijo- ¿Lo hará con tarjeta o efectivo?

- Con tarjeta, toma, aquí está, muchas gracias –le dije de antemano.

- Ok señorita, listo, puede usted pasar, por aquí por favor –me dijo, y me guió por un extenso pasillo.

Este pasillo nos llevó a un pequeño salón de estar, decorado con plantas, fotos, cuadros pintorescos y mensajes alusivos a dicho lugar, era muy limpio y sofisticado; en una esquina había una máquina de bebidas, donde había jugos, refrescos, agua, entre otras cosas más.

La chica que atendía el lugar, tan pronto me vió, se me acercó...

- Buenas tardes señorita, ¿en qué podemos servirle? -me preguntó.

- Buenas tardes, le contesté- quiero lavarme el pelo ponerme un tratamiento intensivo, un color y la plancharlo, y cortarme un poco,  por favor.

-Ok, no hay problemas,  venga por acá por favor -me dijo.

Cayendo en tus AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora