Capítulo 21

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Graduación de Lanoy

Me desperté sobresaltada, casi siempre me sucede, mi celular sonaba una y otra vez, miré la pantalla, eran las tres de la tarde; había dormido hasta mas no poder, a pesar de que no me había acostado tarde.

Así que en el último timbrazo tomé la llamada, de la desesperada Leslie...

- Hola Leslie, buenas tardes, ¿qué sucede? – le pregunté.

- ¿Dónde estabas? –me contestó. Te he llamado una infinidad de veces y no contestabas el celular, ¡ya tienes eso de costumbre! –me dijo exasperada. Eso no está bien...

La paré de un tiro, porque si no, continuaría dándome sermones.

- ¡Espera Leslie! –le dije. Estoy bien, estaba dormida, además no tengo trabajo ni clases, a ver... ¿Qué quieres?

- Y, ¿me preguntas? -me respondió. Hay muchas cosas que hacer, recuerda, la graduación es a las siete, van a ser las cuatro, estas como si nada, ¿no serás tú la que baile con Lanoy?

- Bueno, no se decirte –le dije. Él no me ha dicho nada, además, tiene su supuesta prometida ¿no?

- ¿Estás loca Nathy?, sabes que eso es mentira; Lanoy te quiere a ti, solo que no ha tenido el valor de decírtelo-me dijo y lo sentí como una consolación.

- Ahora bien, ¿Qué quieres hacer? –le dije. Ven al departamento, trae a Ami y sus cosas, aquí nos arreglamos y nos vamos juntas a la graduación.

- Ok, llamaré a Marcos, vamos para allá-me dijo. Amiga... guárdame algo para comer, por favor, estoy hambrienta, llevaremos algo de tomar.

- Ok, -le dije. No hay problemas.

Rápidamente, después de colgar, corrí a la cocina, me di cuenta de que no había hecho compra, así que llamé a un restaurante, para cuatro servicios, pollo frito picante, favorito de todos, papas fritas y ensalada verde, y, listo.

Quince minutos después, llegó el servicio y un poco más tarde llegó La desesperación humana, o sea, Leslie, con el toque del timbre desesperado, así era ella. Para ese momento, media hora pasaba de las cuatro de la tarde.

Pusimos el pollo en un bol, igual las papas, pusimos todo al junto de las bebidas en la mesa, más la ensalada, entonces todos nos sentamos respectivamente en una silla cada uno. En ese momento, sonó el timbre de la puerta, Leslie miró hacia arriba doblando sus ojos, solo me quedó, reír.

Me levanté y me dispuse a abrir la puerta, era mi primo William.

- Hola princesa, ¿cómo estás? Y me abrazó, ¿Estás ocupada?, vine a visitarte – me dijo. ¿Puedo pasar?

- Hola primo, claro que sí, pasa-le dije. Mis amigas están aquí, vamos a comer pollo picante, ¿te gusta?

- Waoooo, perfecto, ¡me encanta! -me dijo. He llegado a buen tiempo.

Como todos se conocían, no tenía que hacer presentaciones, busqué un plato más, y lo coloqué en la mesa para mi primo. Noté unas miraditas entre él y mi amiga Ami, pero no dije nada, quizás algo pronto el tres del amor pase por ellos dos, podrían hacer muy bonita pareja.

- Primo querido –le dije. ¿Qué te trae por aquí?

- Tenía unos cuantos días que no sabía de ti, así que decidí pasar a verte y saludarte –me dijo- pero te veo muy bien, supongo que tomaste los medicamentos...

- Sí, estoy muy mejor, pero muero de hambre, así que, ¡comamos!, cada quien tome a su gusto –les dije.

Marcos rompe el silencio y dice:

Cayendo en tus AlasWhere stories live. Discover now