𝓙𝓪𝓺𝓾𝓮 𝓜𝓪𝓽𝓮 ♤ 𝐻𝑎𝑟𝑢𝑐𝒉𝑖𝑦𝑜 𝐴𝑘𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑥 𝑂𝑐 ♤

Capítulo 14

| Cruel |

-Sanzu. -comenzó a decir Mikey sin quitarme la mirada de encima- bloquea la puerta.

Miré rápidamente hacia atrás agitada. Sanzu se colocó en la puerta, tomando su arma con una de sus manos apuntando hacia mi.

-¿Haruchiyo? -fruncí mi ceño. Volví a mirar a Mikey ahora con mis manos hacia arriba en señal de paz- le dije todo lo que sabia líder, ¿cómo iba a saber yo que tenían otra estrategia? ¿Por qué razón los traicionaria?

-¿tienes idea de qué podría pasar en los próximos días con lo que se han robado? -Mikey comenzó a caminar hacia mi.

Mi boca tembló un poco, nerviosa. Intenté sonreír pero solo salió una mueca.

-voy a resolverlo si eso es lo que quiere, me arriesgaré a hablar con ellos y encontraremos una respuesta, algo a cambio que podamos darles... estoy segura de que van a escucharme.

-cierra la boca. -Mikey ya estaba en frente mío, apreté mi mandíbula- ¿por qué? ¿Por qué siguen destruyendo las cosas que me importan? -dejó caer su dorayaki.

Fruncí mi ceño confundida... pero no pude hacer nada.

Mikey debajo de su manga sacó una navaja, y sin si quiera poder hacer un movimiento, pasó la navaja desde mi ojo hasta debajo de mi ojera, como hasta la mitad de mi mejilla. Me incliné ahogando un grito, inmediatamente cubriendo mi ojo y viendo mi mano temblorosa, la cual comenzaba a estar llena de sangre.

-a-ah... ah... -ni si quiera podía gritar o moverme, el dolor y la sangre me dejaron casi en blanco con mi otro ojo abierto más de lo normal con impresión y miedo.

Una fuerte patada en mi estómago me hizo caer hacia atrás de inmediato al suelo de espaldas, cortando mi respiración por unos segundos y haciendo que se me dificultara respirar una vez que pude hacerlo. Mikey tenía una fuerza enorme, y no solo mi ojo dolía, mi abdomen también, se sentía como si me hubiera quebrado una costilla de una sola patada, no podía moverme y a penas podía regular mi respiración, sangre no dejaba salir de mi ojo izquierdo en el cual no podía ver absolutamente nada y ni siquiera me molesté en abrirlo para poder comprobarlo.

-llevátela, quiero que la tortures hasta que diga todo lo que sabe. -habló Mikey, dando media vuelta para volver a sentarse en su lugar. Haruchiyo en cambio no se movió de su sitio mientras me miraba fijamente en blanco- Sanzu. -repitió Mikey.

Haruchiyo pareció reaccionar. Me miró en el suelo y abrió la puerta detrás suyo guardando su arma en su pantalón otra vez. Agarró mi cabello para sacarme del lugar casi gateando, a penas salimos y cerró la puerta yo me lancé en el suelo intentando mantenerme despierta mientras colocaba mis manos en mi abdomen por el dolor que sentía.

-no soy una traidora... imbécil. -ni siquiera pude mirarlo.

-o te levantas o te arrastro.

Lo miré con mi ojo fijamente a los suyos, los cuales no tenían expresión alguna.

-por esto no me meto con niños como tu... -me coloqué de lado en el suelo entre muecas por el dolor- tan asustados que a penas su líder les dice que se la chupen lo hacen sin pensarlo dos veces, ¡MALDITA PERRA DE MIK-

Una fuerte patada en mi rostro me hizo dejar de gritar.

-te arrastro entonces. -se agachó para poder tomar mi cabello.

-u-ugh... -coloqué mis manos en la suya mientras que me arrastraba.

Mi cabello dolía el triple al estar enferma, estaba aún más sensible y agotada de lo que podría estar normalmente.