𝓙𝓪𝓺𝓾𝓮 𝓜𝓪𝓽𝓮 ♤ 𝐻𝑎𝑟𝑢𝑐𝒉𝑖𝑦𝑜 𝐴𝑘𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑥 𝑂𝑐 ♤

Capítulo 16

| Tregua |

Miré el prostíbulo delante mío, en el cual mi madre trabajaba, en el cual vine con Dai... y en el cual seguramente estaba Qiang. Estaba más que segura que Bonten no conocía este lugar, porque Qiang al igual que Bonten tenía varios lugares, algunos de ellos siendo descubiertos cuando me buscaban a mi el día en el cual me secuestraron.

Avancé hacia la boca del lobo, entrando por la entrada principal a aquel pasillo vacío únicamente con la recepcionista del lugar, la cual al verme inmediatamente cambió la cara, como si me hubiese reconocido o le hubieran advertido de algo, y es que con Bonten ellos saben que hay que tomar medidas.

Ella tomó un teléfono llevándolo a su oreja, y yo saqué mi arma apuntándole directamente a la cabeza, haciendo que no alcanzara a llamar a seguridad o la mierda que sea.

-llévame donde Qiang y tal vez no te vuele la cabeza. -ordené quitandole el seguro al arma.

-t-tengo hijos, yo-

-no me interesa si tienes diez o quince hijos, llévame con Qiang y no me hagas repetir las cosas.

La señora comenzó a llorar mientras temblaba, levantándose de su lugar mientras comenzaba a caminar hacia el ascensor del lugar, yo la apuntaba con mi arma directamente por la espalda ya que iba detrás de ella.

Ella estaba aterrada, si no la mataba yo, la mataban ellos por "permitirme" entrar en donde esta Qiang.

Entramos al ascensor, ella apretó el último piso del lugar el cual comenzaba a subir con una música de espera y los sollozos de la mujer. Me miré al espejo relamiendo mis labios ya que estaban muy secos.

A penas se abrieron las puertas del ascensor, los hombres de Qiang me apuntaron con sus armas, él estaba al fondo en su escritorio. Como ya había dicho anteriormente en la visita a este lugar, a penas las puertas del ascensor se abrían daban al enorme piso y habitación de Qiang, quien tenía a algunos de sus hombres armados a un lado del ascensor y por su alrededor.

Este levantó la vista de su escritorio, al verme frunció su ceño levantándose de su lugar y colocando su palma en forma de alto, los demás bajaron sus armas.

-vine a hablar contigo. -entré empujando a aquella señora a un lado, la cual de inmediato se puso detrás de uno de sus guardias- digamos... en son de paz.

Se acercó a mi amenazante, pensé que me golpearía u ordenaría que me ataran, pero solo tomó mi rostro entre sus manos sorprendiéndome.

Abrí mis ojos más de lo normal haciendo mi rostro un poco hacia atrás, pero él no lo soltó.

-¿qué le pasó a tu ojo? -fruncí mi ceño confundida.

-me torturaron por tu culpa, genio. -lo aparté- pensaron que era una traidora, y ahora soy... un pirata o algo así, ¿te gusta mi nueva etapa rebelde, papá? -me burlé.

Apretó su mandíbula mientras negaba, dando un suspiro pesado.

-llevenla a la enfermería. -ordenó- primero te veremos eso, y después hablaremos. -comenzó a caminar hacia el frente con algunos de sus hombres, yo lo seguí confundida.

Qiang dejó de preocuparse por mi desde la muerte de mi madre, ya que yo me alejé por completo por el bien de Dai, y porque Qiang tampoco se haría cargo de ella, básicamente me dejó sola cuidando de su hija, ambos de luto por la muerte de mi madre.

-¿te bajó la preocupación conmigo después de torturarme hace menos de una semana, Qiang? -entramos al ascensor, comenzando a bajar algunos pisos.

-esto es muy diferente y lo sabes.