𝓙𝓪𝓺𝓾𝓮 𝓜𝓪𝓽𝓮 ♤ 𝐻𝑎𝑟𝑢𝑐𝒉𝑖𝑦𝑜 𝐴𝑘𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑥 𝑂𝑐 ♤

Capítulo 20

| Mientras haya paz |

♤ Diane ♤

-por fin... -susurré viendo mi ojo al espejo- mírame, Haru, ahora puedo guiñarte el ojo sin tener que inclinar mi cabeza para que se note. -lo miré con emoción.

Acaba de quitar la venda y la gasa de mi ojo al no ser necesario. Sin embargo, mi ojo seguía de un color rojo por dentro, también una línea de unos pocos centímetros podía notarse hasta la mitad de mi mejilla. Me quedaría una cicatriz, pero honestamente me importaba muy poco al estar a punto de perder la visión.

-si ya estas bien, puedo informarle a Mikey sobre esto, tienes que volver a Bonten, no hay vacaciones. -respondió Haruchiyo cruzado de brazos apoyado en el marco de la puerta del baño.

-de hecho no estoy recuperada del todo, solo me dieron de alta en el hospital, y... según entiendo, Mikey lo permitió. -sonreí de lado- en fin, no sabes las ganas que tengo que descansar, así que dulces sueños. -apagué la luz del baño, pasando por su lado para poder ir hacia mi habitación.

Estuve en el hospital algunas semanas para sanar la fractura de cráneo, y aunque ya me hayan dado de alta, necesito mantener reposo por unos pocos días antes de volver a ese infierno.

En cuanto a Dai, por suerte se encontraba bien aunque sin quererse alejar de mí, en estos momentos estaba con Senju, y el sol estaba a punto de comenzar a ocultarse dando un cielo anaranjado. Senju me había hablado para preguntar sobre mi estado de salud, al enterarse de lo ocurrido fue bastante directa con la irresponsabilidad que he estado llevando en este tema. Pero, ¿qué más puedo hacer? ¿Llorar o echarme a morir? No, eso no es para mí definitivamente.

Estoy consciente de que Senju solo mantiene contacto conmigo por Dai, debe ser impactante para ella ver como una niña esta entre este mundo sin que lo pueda evitar. Es una buena persona, y agradezco lo que hace.

-oye. -frené mi paso al oír la voz de Haruchiyo. Me volteé viéndolo fijamente esperando su palabra- tu cráneo... ¿eso no volverá a hacerte vomitar?

Sonreí de medio lado.

-si tanto te preocupa, entonces quédate conmigo. -ofrecí.

-no tengo tiempo para estas cosas. Mikey-

-ohh, ¡vamos, Haruchiyo! -exclamé alzando la voz- hasta Manjiro debe desear que lo dejes en paz por un día.

-no tienes idea de lo que hablas.

-si, esta bien, pero deberías hacerme compañía para asegurarte de que esté totalmente bien. -se quedó en silencio, de brazos cruzados sin responder, pero pude notar la duda en sus ojos- ...o no. Como prefieras. -me encogí de hombros entrando a la habitación, pero dejando la puerta abierta.

-no tengo nada más qué hacer. -sonreí y detuve mi paso dándole la espalda a la puerta cuando lo escuché hablar- supongo que a Mikey le gustará que cuide de su pequeño peón.

-claro. -susurré- ¿tienes hambre? -di la vuelta para volver con él a la sala.

-no. -se negó, ambos estábamos de pie en medio de la pequeña sala.

-¿hace cuanto que no comes?

-hoy desayuné una inyección de-

-no quiero detalles, honestamente. -lo detuve alzando mi mano en forma de alto, él sonrió de medio lado- tengo unas tres cervezas en la nevera, por si quieres acompañarme.

Él solo asintió, buscando algo en su bolsillo.

-y yo tengo algo que podría relajarnos a ambos. -sacó un porro.