𝓙𝓪𝓺𝓾𝓮 𝓜𝓪𝓽𝓮 ♤ 𝐻𝑎𝑟𝑢𝑐𝒉𝑖𝑦𝑜 𝐴𝑘𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑥 𝑂𝑐 ♤

Capítulo 22

| Negación |

♤ Narrador/a ♤

Haruchiyo caminaba tranquilamente por los pasillos vacíos de un hotel con varios hombres frente a él. Se dirigía a una de las puertas del lugar de manera calmada y con un cigarrillo en una de sus manos.

Se detuvo frente a aquella puerta, seguía medianamente cuerdo luego de haber dejado a Diane en su cama después de obtener lo que quería. Eran alrededor de las dos de la madrugada, y luego de arreglar unos asuntos con Mikey, se encontraba justo ahí. Delante de donde se encontraba Ran en esos momentos.

-adelante. -ordenó Sanzu.

Los hombres sin esperar más, rompieron aquella puerta, pasando todos a la vez.

Sanzu fue detrás, dirigiéndose hacia la habitación del lugar.

-¿¡pero qué mierda!? -Ran gritó sobresaltado- ¡Haruchiyo! -lo miró confundido.

Ran estaba abrazando a una chica de ojos verdes, ambos sin prendas encima cubiertos por la sábana de la cama. Esto hizo reír a Sanzu.

-tú... maldito traidor... -susurró Haruchiyo sin dejar de mirarlo a los ojos. Ran cambió su rostro completamente- llevenselos. A ambos.

-¡no! ¡OYE! ¡NO LA TOQUEN! ¡SANZU! -le gritaba Ran, pero él ya se había ido ignorando sus gritos.

Se quedó de pie mirando hacia afuera desde la ventana del hotel mientras los gritos de Ran y aquella chica estaban detrás suyo. Él estaba calmado, pero a su vez irritado por cierta persona con la que en serio se divirtió y ahora estaba en su mente.

Después de esto... nuevamente la situación con Diane estaría afectada, lo sabía, y aunque no le gustara no podía hacer nada al respecto, con los únicos que se podía llevar una "buena" relación, es con los que estaban a su mismo nivel, y aún así... ya vieron cómo acabó Ran. Además, Diane seguía siendo dentro de todo una novata.

Una novata con gran potencial que Haruchiyo no subestimaba.

-¿señor? -una voz lo sacó de sus pensamientos- Ran Haitani y esa mujer han sido trasladados al lugar que pidió.

-perfecto.

-con su permiso. -el sujeto iba a retirarse, pero Sanzu lo frenó.

-una cosa... -este se dió vuelta- cuando dejen a la chica en aquella sala... no quiero que nadie entre, solo yo tengo la autorización de hacerlo. Ya sabes que pasa si me desobedecen.

-sí, señor. -asintió antes de retirarse, Haruchiyo previamente hizo lo mismo.

Le esperaba una muy larga noche.

Con paciencia, caminó hacia su auto viendo como la camioneta que se llevaba a Ran y a aquella mujer comenzaba a alejarse, y él los siguió claramente, ya que este era el encargado de torturarlo hasta sacarle toda la verdad.

Hay algunas iglesias que quedan en medio de la nada, esto porque cierta gente debido a sus creencias se encierran en ellas alejándose del mundo únicamente para estar con Dios. Sin embargo, esta iglesia en específico estaba deshabitada, y es ahí a donde se dirigían.

Al llegar, Haruchiyo se quedó en su auto fumando algo mientras que Ran era llevado hacia adentro. Al final de aquella iglesia y todos sus asientos de madera, habían dos puertas, una a cada lado, la chica fue encerrada en una de ellas al igual que Ran, quien se encontraba obviamente maniatado únicamente con su ropa interior.

Al pasar de varios minutos, Haruchiyo bajó de su auto de manera calmada entrando en la iglesia, pasando entre los asientos de madera hasta quedar justo frente a la gran figura de Jesús que se encontraba en lo alto.