𝓙𝓪𝓺𝓾𝓮 𝓜𝓪𝓽𝓮 ♤ 𝐻𝑎𝑟𝑢𝑐𝒉𝑖𝑦𝑜 𝐴𝑘𝑎𝑠𝒉𝑖 𝑥 𝑂𝑐 ♤

Capítulo 17

| Consecuencias |

-¡aaahhh! -gritó Dai para luego soltar una fuerte carcajada.

-phphph. -hundí mi boca en su estómago haciéndole cosquillas.

-¡Diane! ¡para! -dijo entre risas.

-tienes que comer toda tu comida entonces. -la miré con una gran sonrisa.

-¡si, si! -me daba palmaditas para apartarme.

Me hice a un lado entre risas mientras que Dai daba una vuelta en la cama para poder bajar e ir a comer los restos de su postre que había dejado, le había hecho algo de fruta molida.

Me senté soltando un suspiro en la cama, acomodando mi cabello y sacando mi móvil del bolsillo. No tenía notificaciones.

Lo dejé a un lado de la cama apoyando mis palmas en mis muslos, acariciandolos y mirando hacia el frente. Estaba algo ansiosa, hoy Qiang y Mikey iban a juntarse, claro que yo no podía estar presente, ya que a pesar de ser quien logró que ellos llegaran a un acuerdo para verse, no tengo la posición ni confianza de Mikey para estar justo en el lugar.

En cuanto a mi salud, mi cabeza seguía igual, solo había pasado un día desde lo de la nota que había dejado Qiang, aunque por suerte los horribles dolores no era algo que Dai tuviera que presenciar.

Por parte de Bonten, ya me habían dicho por la mañana que tendría que ir a las once de la noche a una especie de reunión luego de que Mikey llegara, por suerte Senju no tuvo ningún tipo de problema en cuidar a Dai en la noche.

-¡Diane! -escuché la voz de Dai.

-¡dime! -miré hacia la puerta de la habitación.

-¡no quiero estar sola!

-¡ya voy! -me levanté de la cama, guardando mi móvil en mi pantalón.

No me vestía todavía para ir, así que estaba con ropa algo suelta y cómoda.

Fui hacia la sala, en donde Dai estaba en la mesita pequeña comiendo su fruta, aunque algunos restos estaban esparcidos por la mesa y suelo.

-oye, Dai. -comencé a decir, tomando asiento en el sillón frente a ella, quien me miró curiosa- hoy tienes que dormir en otra casa, con Senju. -le dije con emoción.

-mnmn. -negó con su cabeza.

-¿no quieres?

-no, siempre tengo que ir a otra casa, y yo quiero estar contigo. -llevó la cuchara de fruta molida a su boca, yo di un suspiro algo apenada.

Cuando sea grande y lo entienda... ¿qué pensará de mí?

-algún día lo entenderás. -susurré.

-explícamelo. -me miró, diciendo la palabra con algo de dificultad.

-mira... te compraré dulces para que puedas comer cuando estés allá con Senju, ¿esta bien?

Apretó sus labios agachando la mirada.

-bueno... -aceptó con una voz baja.

Miré hacia la pared algo pensativa, y chasqueando la lengua me hice hacia adelante mirando fijamente a Dai con mis brazos en mis muslos.

-¿quieres que te haga un peinado bonito? -pregunté.

-¿lo puedo elegir? -sus ojos se iluminaron.

-claro que puedes, princesa. -toqué su nariz haciéndola reír.

Esa sonrisa me daba vida.

-¿pero cuándo vuelves? -preguntó.

-mañana muy temprano... cuando despiertes luego de tu siesta, estarás conmigo.