07 - "Familia Alvarán"

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[ Familia Alvarán, productores de caña. ]

    Un largo y triste suspiro se escapó de los delgados labios del rubio extendiendo el cuerpo completo sobre la comodidad de su cama. Finalmente, luego de dos maravillosos meses había regresado a su hogar, o a lo que él comenzaba a ver como un infierno terrenal.

Estaba dispuesto y contento con la idea de tomar las riendas de la finca de su padre. Pero el precio era duro y eso lo tenía con los ánimos bajos.

Eduardo Alvarán, era el actual propietario de toda la producción de Alcaña, llevando en su poder la administración desde los dieciocho años. Había consolidado una muy buena posición en el sector azucarero, gracias a sus esfuerzos y sus estrategias que nunca fallaban.

Cuando cumplió los veinte años, su —en aquel entonces— novia le informó de la noticia que terminó de cambiar su vida; el nacimiento de Adrián Alvarán, quien se convirtió en su primogénito y único hijo, su más grande orgullo por ser varón.

Nacido en San Antonio, Adrián Alvarán era un muchacho de notable atractivo físico, su descendencia y sus facciones occidentales era lo que lo diferencia de los demás hombres. Cabellos rubios como el dorado del sol, piel clara, luceros verdes como la vegetación de su pueblo, finos labios y un porte increíblemente intimidante.

Aunque lleno de privilegios y lujos, Adrián encontraba su vida monótona y estúpidamente aburrida, llegaba cierto punto del día en que se asqueaba de sí mismo, observando como todo lo que quería llegaba a sus pies en bandeja de plata. Cansado y harto de sentirse inservible; la idea de comenzar a valerse solo, fue tentadora.

Tan tentadora que, en un arranque de valentía, se atrevió a decirle a su señor padre que quería hacerse cargo de la finca, sentar cabeza, trabajar para él mismo y continuar con el legado familiar... Sin embargo, el señor Alvarán tenía planes diferentes.

Una serie de condiciones obligadas fueron lo que obtuvo a cambio de cierta potestad en la finca, y con ello; no puedo estar más decepcionado de su padre y sus decisiones.

[...]

Era viernes 8 de Mayo, cerca de las cuatro de la tarde. Dentro de la casa grande la gente se movía de un lado a otro, ayudando a limpiar y decorar la casa para la ocasión. Más tarde por la noche, la familia Infante recibiría a la familia Alvarán, dueños de una finca vecina, y como siempre; las órdenes de los patrones eran que querían ver la casa impecable y sublime como se acostumbraba.

—¿Dónde está Chuy? —preguntó Isabel con angustia.

—En el jardín señora Isabel. —indicó Renata.

—Oh, Renata. —llamó. —Hazme favor de decirle a Chuy que anuncie al caballerango que mis hijos no asistirán a la práctica de hoy, por favor.

—¿Por qué? —preguntó (Tn) viéndola desde las gradas.

—En la noche vendrán los Alvarán y no quiero que estés cansada. Vete a bañar.

—Ya lo hice, en la mañana.

Apretó las labios. —Pues báñate otra vez, y más te vale estar bien depilada.

La castaña arrugó las cejas. ¿A qué se debía todo aquello? Y para empezar, ¿quiénes eran los Alvarán?

—¿Algo más señora?

La Dueña | Megumi Fushiguro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora