08 - "De acuerdo al plan"

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[ Adrián Alvarán, único heredero finca "Alcaña"
(Tn) Infante, dueña hacienda "Apilolli"]

—Y qué mejor manera de hacerlo, que uniendo a nuestros hijos en sagrado matrimonio. (Tn), Adrián Alvarán; tu futuro esposo. —anunció, señalando con su derecha al rubio.

La pequeña sonrisa que adornaba el rostro de la joven fue desvaneciéndose a medida que cada palabra, cada sílaba, entraba por sus oídos y se implantaba en su cerebro. "Adrián Alvarán; tu futuro esposo", resonaba con confusión dentro de ella.

Sentía como el equilibrio abandonaba su cuerpo, sintiendo como si todos sus sentidos caían al vacío del espacio, su garganta se hacía pequeña y el aire se quedaba atorado en sus fosas. ¿Le estaban presentando a un desconocido como su futuro esposo? ¿Qué clase de broma de mal gusto era esta? Su confundida y atónita mirada viajaba de Francisco a Adrián, luego a doña Victoria y después a don Eduardo.

Temblor, un desagradable temblor azotaba sus manos, su nariz ardía cada que exhalaba aire, tornándose irritante respirar. Una punzada, una fuerte presión en el pecho se hizo presente al entenderlo... La obligarían a casarse.

—Adrián Alvarán, mucho gusto (Tn) —habló el rubio tras un silencio, incorporándose de su asiento.

Tardo unos segundos en reaccionar, sobresaltada se levantó y sus labios formaron una temblorosa y falsa sonrisa de labios, la sonrisa más fingida que en su vida haría jamás. —Igualmente Adrián. —respondió en su hilo de voz.

La izquierda de Alvarán se alzó en el aire, pidiendo la mano de la castaña. Entendiendo, dejó su palma sobre la del otro para recibir un pequeño beso en su dorso.

«¿Qué mierda, qué jodida mierda está haciendo papá?» se preguntaba Yuji, observando horrorizado, intercalando sus marrones a su hermana, a los Alvarán y luego a Francisco. ¿(Tn) sabía todo esto? ¡Por supuesto que no! Era un matrimonio arreglado, arreglado por sus padres.

—Fabuloso. —dijo Infante sonriendo y observando con alegría aquella unión. —Celebremos con un brindis, acompáñenme al salón por favor.

Dando un chasquido de dedos, dio la indicación a los mozos para que llevaran copas limpias y una botella de champaña.

—¿Me permiten un momento? Ahora vuelvo. —interrumpió (Tn) a baja voz, para luego dirigirse a uno de los lavados.

Yuji estaba por detenerla pero sus pasos fueron rápidos, quería preguntarle si se sentía bien, su pobre hermana estaba pálida, como una delgada hoja de papel. Tal parecía que ésta noticia no le había sentado nada bien, un matrimonio sin su consentimiento había sido la conclusión de tan fastuosa cena, ahora entendía el motivo real de ésta reunión.

Suspirando, pasó una mano por toda su sien. ¿Qué pretendía Francisco? ¿Cuál era el motivo de hacer todo esto? ¿En qué beneficiaba a (Tn) al decidir por ella?

[...]

Cerrando la puerta a su espalda, se apoyó en ella para soltar por la boca el aire que quedó atrapado en su garganta. A medida que entendía y procesaba el anterior momento, su mente se llenaba con mil y un preguntas, agobiándose en sus propios pensamientos y conclusiones.

Adrián era el hijo único del los esposos Alvarán, se posicionaban en el sector azucarero y su finca quedaba algunos kilómetros al norte de Apilolli. ¿Todo esto significaba lo que ella creía? ¿Realmente su padre fue capaz de entregar su futuro para el beneficio y extensión de la hacienda?

La Dueña | Megumi Fushiguro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora