24 - "Por el bien del dinero"

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[ "Paso los días soñando en este amor, y de lo malo que está la situación" ]

Un aroma delicioso abundaba por las paredes de la casa Infante, la cocina se convertía en la cuna del sabor, casa de un banquete digno de sus invitados y anfitriones.

Como recordaran, este domingo veintiuno la casa Alvarán e Infante se reunirían para almorzar y discutir aspectos de tan ansiada boda que está por venir. Lo que no se esperaba es que la tarde anterior a este almuerzo, Adrián y (Tn) se verían envueltos en una discusión donde ambos dijeron cosas pasadas de la línea.

Lo que tampoco esperábamos era lo que ocurrió esa misma noche, el anochecer y amanecer más íntimo entre nuestras prohibida pareja de telenovela. Y bueno, los eventos posteriores seguro lo recuerdan.

—Tú y yo alguna vez discutimos así, no hay porque angustiarse. —comentó doña Isabel, aplicándose labial a toques.

—Es diferente. Discutíamos por cosas mínimas y jamás me recriminaste algo referente a mi familia y su legado.

Ah sí, recordaran que la última vez que estuvimos con don Francisco y doña Isabel fue la noche anterior, cuando desgraciadamente escucharon todo lo que Adrián y (Tn) se dijeron a la cara. Sí, don Infante no estaba nada alegre con eso.

—¡Me sorprende (Tn)! —continuó hablando. —Lo que le dijo a Adrián fue nefasto y no lo voy a permitir.

—Insisto en que me dejes hablar con ambos, sé cómo manejar esto.

—No. (Tn) me va escuchar. —respondió sin más, saliendo de la habitación.

Bajando las escaleras justo se encontró con Yuji.

—¿Dónde está tu hermana? —quiso saber.

—En su alcoba, aún se está arreglando creo.

—Bien. Dile que cuando termine quiero hablar con ella, la estaré esperando en el despacho.

Aaay Dios, yo no quiero presenciar eso, me voy.

[...]

—¿Qué onda Megumi? —saludó Toto acercándose. —Cabal le estaba diciendo al Chuy que deberíamos de salir otra vez, sin serenatas obvio.

Mientras Megumi andaba en el pueblo consiguiendo unos últimos ingredientes para el almuerzo, se encontró con sus amigos. Y en cuanto enfocó hacia Junpei, algunos cables sueltos se unieron en su mente, dandole una posible respuesta a aquello que había atrapado a (Tn) en la situación a la cual se estaría enfrentando ahora mismo...

—Eres un pinche chismoso Chuy. —habló serio, dirigiéndose a su amigo.

Frunció las cejas con notable confusión. Es verdad que le gustaba chismear, pero que recordara, recientemente no había nada de lo que había hablado de más.

—¿Qué?

—Nos viste a la señorita Infante y a mí besándonos...

Aoi agrandó los ojos, separando sus labios inmediatamente. ¡Él no sabía nada de eso! Y ahora, tenía muchas preguntas y nulas respuestas, ¿cómo que beso? ¿No que a Megumi no le gustaba (Tn) Infante? Un momento... ¿(Tn) no iba a casarse con el joven Alvarán?

Sí, parece que alguien no está actualizado con nuestro romance prohibido de telenovela.

—... ¿Por una vez en tu vida vas a cerrar tu bocota? —continuó hablando. —¡No! Siempre tienes que andar de reportero regándola.

La Dueña | Megumi Fushiguro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora