Libro de un homosexual

50. Ya no se ni quien es el infiel

Mafer

9 de Abril, 11:23 AM

La noche fue increíblemente fría, y más estando sola en casa con el periodo, ahora solo me paseo en una bata de baño con una mascarilla de café tomando te de manzanilla, deteniéndome cada 8 pasos por el golpe de un cólico, este es otro de los momentos que están en la lista de cuando más deseo ser varón

Los otros dos momentos son cuando me depilo y cuando me gustaria poder meterle un pene propio a Sam

Uy, ¿Me pase?, No me importa, es la verdad

Hablando de meter penes en vaginas, Ramón debe estar por venir hoy, dijo que debía pagarle lo del auto, y por mas que yo si quiero, el río lamentablemente está rojo, pero para algo debe servir que el esté aquí

Veo las luces pasar a través de la ventana de la sala, no puede ser mi mamá, mi papá mucho menos, debe ser Ramón. Me siento en el mueble con mi taza de té, esperando que toque la puerta para recibirlo como se debe...

-Esta abierto- Aviso yo al oirlo tocar, el entra con cuidado hasta que logra divisarme, poniendo una sonrisa maquiavélica en su rostro, el cierra la puerta con seguro antes de caminar hacia mi y quitarse la camisa con rapidez, dejandolo semi desnudo, y a mí con la vista bien perdida en sus pectorales, los cuales en un santiamén chocan contra los mínimos senos que tengo cubiertos por la bata mientras que sus labios se estampan en los míos con fiereza

Quisiera decirle que tengo el periodo de una vez por todas, pero mejor no, veamos hasta donde llega esto

Los besos se extienden rápidamente, hasta que el desanuda lo que sostiene a la bata, dejando a mi cuerpo solo en bragas, ya que mis senos quedan al aire rápidamente y el se engancha de estos rápidamente mientras que mis manos recorren su espalda y la aruñan sacando todo el placer que el me hace sentir

-¿Como puedes ser tan bella?- Habla el, lamiendo lentamente la piel de mi abdomen

-¿Y tú cómo puedes ser tan bueno?- Pregunto yo de vuelta, a lo que él sonríe -Ramón, hay que detenernos- Refuto yo, pero el no se detiene, haciéndome pensar que no me escucho

-¿Porque?, Todos estamos disfrutando- Responde el, mirándome directamente

-¿Todos?- Pregunto confundida

-Si, tu, tu vagina, mi miembro y yo- Responde el, pasando la lengua lentamente por encima de la braga, dejandome sentir un escalofrío inmediato

-Es que...- Intento hablar yo antes de que roce mi zona con sus dedos al mover mi braga -Tengo el periodo...- Sentenció yo, haciendo que el se detenga en seco a mirarme detenidamente

-Me estás jodiendo, ¿Verdad?- Responde el, demostrando que eso no le caerá nada bien

-No, es cierto...- Respondo yo, y el se levanta rápidamente con una cara muy enojada a tomar su camisa -Espera, no tienes que irte- Hablo yo, pero solo obtengo una mirada irónica

-¿Ah no?- Pregunta el

-No, puedes quedarte y hacerme compañía- Respondo yo, y el se ríe cínicamente

-¿Enserio usarás a tu amante como persona que te haga compañía?- Pregunta el irónicamente -Te recuerdo una cosa, María, yo soy tu amante y tengo una novia, tu eres mi amante y tienes novio, y Samantha está contigo SIQUIERA sabiendo que carajo son- Refuta el, dejandome muy, PERO MUY, shockeada