82. La muerte no me asusta

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Mafer

7 de Junio, 6:39 PM

No muchas veces he tenido la dicha de decir que estoy completamente bien, pero creo que, CREO QUE, este es uno de esos momentos

Salí de mi relación tóxica, aproveche mi soltería con dos personas diferentes, acepte mi sexualidad con fuerza, y ahora estoy en una relación de verdad buena, una relación en conjunto, algo recíproco...

Quiero recompensarle lo que me ha brindado a la querida Sam, ella simplemente me ha mostrado lo bonita que puede ser la vida. Y creo que los beneficios también son físicos, he visto como mi cintura está creciendo más de lo normal, es un poco raro, pero puede ser porque he violado un poco las reglas de la dieta que tengo desde pequeña

Sam cocina muy delicioso, y le da un sabor bastante presente, la cocina es su lugar y eso me alegra, que encuentre su talento entre los fogones. Imaginarla estudiando gastronomía, pastelería, o algo de ese estilo es genial, pero a mi lado es un sueño

-¿Estás lista?- Pregunta ella desde el clóset, estaba poniéndose el vestido que se compró solo para hoy

-¡Si!- Respondo yo con emoción, antes de verla salir con elegancia

El vestido pegado a su cintura definida, junto a los tirantes de este y el largo que llega hasta más arriba de las rodillas lo hace perfecto para ella, su cabello corto resalta con el spray glitter que compro hace días, brillando como si estuviera bañado en estrellas. El color azul rey del vestido es tan divino que le queda perfecto a Sam

Pero tengo que ser sincera, ¿Que cosa no le queda mal?...

-Estas tan preciosa como una noche frente al mar- Comento yo, levantándome de la cama para acercarme a ella

-Y tu tan aduladora cómo un adolescente a su jefe del primer trabajo- Responde ella graciosa, yo la golpeó suavemente en el hombro y ella me abraza con cariño. Mi teléfono suena con una ligera vibración y es ella quien lo toma -Es el taxi, ya está afuera- Agrega ella tomando todo rápidamente, yo también termino de tomar mis cosas y ambas salimos del departamento de ella rápidamente

Nos subimos en el taxi y ella se coloca detrás del conductor, es lo que siempre hemos hecho cada que salimos juntas, últimamente ambas nos hemos sentido muy, muy acosadas por algunas personas, así que preferimos tomar precauciones cuánto antes

Al llegar a Gales ella se baja conmigo y caminamos hacia la entrada, dónde nos espera un chico con una mirada tierna

-¡Buenas noches chicas!, ¿Tienen alguna reservación?- Pregunta el con ánimos, mirando nuestras manos juntas con felicidad

-Si, a nombre de Sunspray- Respondo yo, y el la busca rápidamente antes de dejarnos entrar con una sonrisa. Al sentarnos el deja la mesa con lentitud y caminando en reversa -Es el mayor de fan de las lesbianas, o algo por el estilo, pero nos está mirando demasiado extraño- Comento yo graciosa

-¡Pensé que no te habías dado cuenta!- Exclama Sam graciosa y sorprendida antes de ceder a una carcajada que me contagia al poco tiempo

(..)

Ordené lo mismo que siempre pido, ese filete miñon siempre será el segundo sabor que jamás me cansaré de sentir en mi boca, el primero es el sabor de lo que está entre las piernas de Sam

Libro de un homosexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora