Libro de un homosexual

51. Privado

Lucc

13 de Abril, 7:01 AM

Gran día para venir al colegio, como si no tuviera problemas emocionales suficientes también me voy a lanzar encima las múltiples tareas que dejan los profesores, las cuales tienen un límite de tiempo increíblemente pequeño

-¡Lucc!- Ay, creo que había olvidado el hecho de que Yrmarys, Mayra y Mafer existían

Hace unos días fui al doctor, con Luis. Me hicieron algunos exámenes y la respuesta me la darán mañana, el doctor habla de insuficiencia de azúcar y potasio, pero yo le tengo más miedo a otras cosas

La sobrecarga emocional puede manifestarse en el cuerpo de diferentes maneras, y quizás en el mío es desmayándome y esas cosas. Si me diagnostican eso, puede que me remitan a un psicólogo, o incluso a un psiquiatra, y eso es caro, no sabría cómo pagarlo, además de que mis padres no lo saben, mucho menos querrán hacerse cargo con mi hermana en camino y tendré que contarles todo y...

-¿Lucc?- Pregunta Danielis acercándose a mi -¿Estás bien?- Pregunta de nuevo, logrando sacarme de mis pensamientos, ya estaba empezando a sobre pensar

-¿Que?, Ah, si, si, estoy bien, solo tengo sueño- Le respondo yo, ella asiente pero no deja de mirarme con esa mirada acusadora, yo me dirijo hacia donde está Mayra y la abrazo, luego a Mafer y por último a Yrmarys, miro hacia el asiento de Victoria con confusión

-Esta enferma, no la veremos hasta la próxima semana- Habla Mayra como si supiera lo que estoy pensando

-En ese caso- Tomo mi bolso rápidamente del asiento donde suelo sentarme y lo coloco directamente en ese asiento -No dejaré que nadie del primer grupo se siente en el lugar de Vicky- Sentencio yo, veo como Mafer me mira arrepentida, pero no fue su culpa, sabe de quién lo fue

Y la reina de Roma es la siguiente en entrar, su cara de superioridad se nota a leguas, pero afortunadamente se sienta al otro lado del salón, claro que no sin antes dedicarle una mirada muy poco sana a Mafer

El profesor de inglés es el siguiente en entrar y nos pide silencio a todos, empieza a dar su clase, una de las más aburridas que jamás ha dado, en la cual solamente me concentro en la perdida de conciencia que tiene Yrmarys. Se queda mirando puntos muertos, juega con el cabello de Mafer, incluso con el suyo, todo sin dejar de mirar hacia ese punto muerto, debo averiguar que le sucede, algo le atormenta a mi bebé

El profesor no tarda en salir del salón para ir al baño y es ahí cuando me levanto a hablar con Yrmarys

-¡El profesor dijo que no nos levantemos!- Refuta una de las chicas del problema del juego del que se siente

-Y Dios dijo que no debíamos chismear, todos desobedecemos alguna vez- Respondo yo acercándome a Yrmarys quien me mira con una sonrisa malévola -Se que tienes algo, y antes de que lo niegues, te pido que consideres el hecho de que puedo lanzarte un asiento de estos, ahora, responde- Hablo yo mirándola, ella no parpadea en unos segundos pero voltea su mirada hacia un lado antes de responder

-Hablemos en un lugar mas privado por favor- Refuta ella, y yo afirmo con la cabeza antes de volver a mi asiento justo antes de que el profesor entre en clase, la chica que me intento regañar se levanta instintivamente, voltea a mirarme con amenaza pero yo la aliento a caminar con la mirada, ella solo se voltea y vuelve a sentarse con cuidado