Libro de un homosexual

129. Verdad o Reto

Corina

19 de Septiembre, 7:31 PM

-Y luego estuvimos unos días en el hotel y hasta ahí llegó todo- Termina Diana de contar sobre su viaje a Italia

-Has recorrido muchos lugares- Respondo yo, tomando algo de vino

-Si, pero lastima que los recorrí con las personas equivocadas- Acota con una sonrisa graciosa

-Cuando encuentres al indicado, recorre todos esos lugares de nuevo, para que cuando los recuerdes, no recuerdes a los otros ineptos- Respondo con gracia haciendo que ambas empecemos a reír

-Ay Corina, no sabes lo bonito que se siente haberte conocido- Refuta ella inesperadamente

-Una chica de 22 diciéndole eso a una de 18, que raro- Respondo ganandome otra risa de su parte

-Lo dije en el sentido de amistad lo juro- Acota aún riéndose, antes de poner mi mano en mi muñeca, la cual aún arde y está enrojecida, yo la quito con rapidez por el ardor y ella se sorprende -¿Estás bien?- Pregunta con preocupación, demonios

-Si, si, solo me dió algo de electricidad estática- Respondo disimulando el ardor

-Ahora que lo veo, tu otra muñeca está enrojecida- Acota levantando mi otra mano para verla

-Son alergias, de un suéter que me puse en la mañana- Respondo yo, pero ella sigue mirando la muñeca hasta que la quito

-Parecen marcas de agarres- Agrega ella, mirándome a los ojos

-¿Agarres?, Estás algo paranoica, quizás el vino te afectó un poco- Refutó con nerviosismo

-El vino no me afectó en nada- Sentencia con fuerza, haciendo que mi nerviosismo se aplaque para mirarla a los ojos -Corina, ¿Gray te hace daño?- Pregunta finalmente, yo abro la boca sorprendida por su osadía

-Gray me ama, Diana- Respondo yo

-Esa no era la pregunta Corina- Refuta con advertencia en su voz, antes de escuchar como la puerta del depa se abre y se cierra continuamente

-¡Ya estoy en casa Flaca!- Exclama Gray con fuerza, yo pongo mis mangas del suéter hasta mis muñecas antes de que se asome en la sala con una sonrisa -¡Hola Diana!- Saluda con una sonrisa, Diana lo saluda disimulando completamente de lo que lo estaba acusando hace unos segundos

-Te hice la cena cariño, está en la cocina- Aviso yo y el se desabotona la camisa antes de caminar hacia donde le indique. Cuando se va, Diana me toma de los hombros con ligera fuerza mirandome con intensidad

-Corina, si Gray te está haciendo daño...-

-No me está haciendo nada Diana, por dios, ¿Puedes controlarte?- Refutó con fuerza, ella me mira sorprendida antes de soltarme y subir las manos en señal de paz

Me levanto y camino a la cocina, encontrando a Gray comiendo en la isla. Yo lo abrazo por la espalda con cariño, Diana se sienta frente a Gray en la mesa con una sonrisa muy bien fingida

-Diana, ¿Y en qué trabajas?- Pregunta Gray inesperadamente, no es que le guste mucho socializar con otras personas, la mayoría del tiempo tiene una cara de pocos amigos cuando hay personas en la casa