Libro de un homosexual

132. Contigo y una caja vacía

Lucc

28 de Septiembre, 10:54 AM

-¿Quieres que vaya contigo o te espero aquí amor?- Pregunta Samuel mientras yo me bajo del auto

-Ninguna, ve a casa y descansa cariño, yo regresare caminando a casa, después de esto, creo que me será necesario- Respondo yo, el asiente con una mirada cansada antes de irse por el camino

Estuvo trabajando toda la semana, y anoche tuvo que hacer dobles pasantías, así que se quedó hasta muy tarde, solo me trajo aquí porque aparentemente me lo prometió, pero no quería que se quedara tampoco

Vine a comentarle a Reyder lo que pasó con Samuel, contarle que al fin somos algo. No importa cuántas veces lo diga, para mí sigue siendo irreal todo ésto

Tengo miedo de despertar y mirar la realidad, encontrar con que todo fue un sueño y yo nunca pude superar todo lo que me ha pasado a través de los años. Lo único que me mantiene creyendo en que esto está pasando de verdad son Argelis y Samuel, quienes me están amarrando a la realidad con rocas

Se podría decir que no es mucho lo que vengo a contarle a Reyder, pero el merece saberlo

Empiezo a caminar con calma, rememorando el camino que recorrí la última vez, pero cuando estoy cerca de la tumba, vuelvo a encontrarme con la misma silueta de la última vez, es Fran, está en la misma posición que la encontré la última vez, de rodillas con las manos en la lápida

-No se cuanto tiempo más pueda pasar para que yo siga soportando todo, Reyd...- Empiezo a escuchar mientras me acerco -Con mi madre enferma, la empresa quedó a mi total disposición, pero no encuentro un equilibrio entre eso y la universidad. Jesús y yo ya no estamos juntos, eso me confirmó que sigue sin haber alguna persona que me enamore tal como lo hiciste tu, fuiste único, Reyd...- Agrega ella con mucha tristeza

Su voz me da tanta nostalgia, me hace sentir que hace años que no la había escuchado

-No sabes cuánto te extraño, Reyd, a ti y a Lucc. Todo era más fácil cuando estaban los dos conmigo, me hacían sentir acompañada. El daño que le hice a Lucc fue una mierda, y cada día me repito que debí ser más empática, tantas veces que hice cosas que sabía que a Lucc le podían doler, pero siquiera una disculpa le dí, creo que fui demasiado desconsiderada. Quisiera arreglar las cosas con el, que esté conmigo ahora, abrazándome, porque eso es lo único que necesito, un abrazo...- Refuta antes de golpear el pasto con fuerza, y soltar varias lágrimas.

Es ahí cuando me rompo por completo...

Me acerco con rapidez y la abrazo mientras mis lágrimas salen, asimilando por fin lo mucho que la extrañaba a pesar de todo. Su shock no dura mucho, pero cuando termina me corresponde el abrazo con fuerza, haciendo que ambos empecemos a soltar todas y cada una de las lágrimas que nos quedaban en su totalidad

-Lucc- Comenta ella sin poder decir más

-Fran- Respondo yo, empezando a reír al mismo tiempo que estoy llorando, un sentimiento extraño pero que les aseguro que existe

-No sabes cuánto te extrañe- Vuelve a comentar mientras se ríe al igual que yo

-Lo mismo digo- Respondo gipeando cuando nos separamos. Limpio algunas de las lágrimas que aún están saliendo al igual que ella, dejando que nuestras miradas se interconecten con la compasión que siempre hemos sentido por el otro...

-¿Que haces aquí?- Pregunta ella cuando termina de calmarse

-Venia a charlar con Reyder, contarle algunas cosas- Respondo con una sonrisa

-¿Quieres hablar con el en privado?- Pregunta haciendo el amague de levantarse, pero yo tomo su pierna deteniendo sus movimientos

-No, creo que tú también mereces saber lo que ha pasado últimamente- Respondo y ella sonríe con alegría antes de asentir -Hola Reyd...- Saludo mientras toco la lápida con cuidado

-Reyd, finalmente está aquí- Comenta Fran mientras toca la lápida también

-Bueno, creo que la última vez que hablamos te comenté lo mucho que quería pedirle a Samuel formalizar nuestra relación, pues al final si lo hice. Le pedí ser novios- Comienzo a contar yo, mirando el anillo en mi dedo, Fran se emociona y me abraza antes de mirarme con alegría -Arregle las cosas con Andrea, y ayude a Argelis y Andruiws a librarse de los estúpidos de sus ex's, creeme que ese día fue una locura- Agrego yo, mirando a Fran ahora

-¿Tantas cosas pasaron?- Pregunta ella irónica

-No me creo eso, pero si, tanto en tan poco tiempo- Respondo finalmente -¿Y tu?-

-Yo te puedo decir bastante Lucc- Comenta ella antes de suspirar -Jesus y yo nos separamos el mismo día en que mi mamá se enfermó, está de reposo hasta la semana que entra, y yo estoy completamente abarrotada de trabajos en la universidad. Diego dejo de ser mi mejor amigo cuando se relacionó con Carly, Valeria se alejo de mi también al igual que tú, incluso por las mismas razones. Pero lo que colmo el vaso, fue que Viviana intento suicidarse...- Refuta finalmente haciendo que la mire como si estuviera loca

-¿Viviana está...?- Pregunto yo

-No, quedo en intento. Si su padre la encuentra unos minutos despues...- Responde ella, mirando hacia el horizonte ahora

-Algo que me enseñó la terapia, Fran, es que nunca somos culpables de las acciones de otros. No eres culpable de la muerte de Reyder, no eres culpable de que ellos se hayan ido, no eres culpable de que yo me haya alejado, no eres culpable de que Viviana haya intentando suicidarse- Explico yo, mirándola con tristeza -Los demás hacen sus cosas porque son diferentes, todos somos diferentes, el punto está en que no puedes dejar que tú camino desaparezca solo porque el de una persona cambio de dirección- Agrego, ella me mira directamente con compasión

-Si aprendiste algo en terapia- Responde graciosa haciendo que yo ría con ella, luego de unos segundos el silencio cómodo predomina, antes de que ella vuelva a suspirar -Quien diría que estaría hablando contigo y una caja vacía- Agrega finalmente, yo asiento y sonrió antes de idear algo

-Vamos por un café, yo invito- Propongo y ella asiente, ambos ponemos nuestras manos en la lápida presentando nuestros respetos, antes de que vayamos caminando los dos por la calle, hasta llegar a su Jeep e irnos directamente a la cafetería

El camino se pasa en silencio pero no incómodo, la música suena de fondo y al llegar a la cafetería, Julio sonríe inesperadamente, dice que le alegra vernos juntos, ay...

Cuando estamos arriba, tomando nuestros cafés, la charla es amena y toca muchos temas, es como si nunca nos hubiéramos peleado, eso se siente bien

-Lucc, ¿No quieres volver a la empresa?- Pregunta ella inesperadamente

-Tendría que renunciar en mi trabajo de ahora, lo hare mañana, se que necesitas mi ayuda- Respondo yo luego de pensarlo un poco

-Y de paso, ¿Que te parece si salimos juntos?, Cómo antes, solo nosotros- Propone ella nuevamente, yo asiento con muchas ganas

Esto será divertido

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¡AJA!, VOLVIO MI BEBÉ

AAAAAAAAAAAA

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