Libro de un homosexual

158. Muertos que llorar

Lucc

2 de Noviembre, 3:15 PM

Primero que nada debo aclarar que yo no sé organizar una fiesta, siempre que las organizo me quitan el control a la mitad, así fue con la fiesta de cumpleaños de Samuel y con muchas otras que no pude completar, inclusive la fiesta de Halloween la haría yo este año, pero Corina ya tenía todo planificado y no le diría que lo haría yo sin que me importe su avance

Pero está vez, si tengo rienda libre para hacer lo que me plazca, mis padres se fueron con mi hermano de viaje a visitar a unos cuantos familiares en otra ciudad y yo me quedé solo en casa, me costó un poco convencer a mi papá de que estaré bien, más allá de que dejó a la vecina chismosa del frente vigilando quien entraba y quién salía de aquí mientras estaba solo, pero aún así, logré sobornarla con un poco de dinero para que se fuera hoy y me dejara en paz

El año pasado el día de muertos fue bonito, hermoso, fue un momento que siempre voy a atesorar, pero este año vendrán más personas y ya no podíamos hacerlo en casa de Argelis, por eso lo hacemos en mi casa que es un poco más grande, además de que está vez vendrán más personas

Ivana, Rose, Corina, Argelis, Andruiws, Francesca, Mayra, Elisk, Valentina, Andrea, Ares, Xavi, Jeff y Aleck, son algunos de ellos. Invite a Rafa, a César y a Jesús, pero ninguno de ellos quiso venir

Rafa porque su religión no se lo permite, César no es de mostrar sus sentimientos en público y Jesús porque no le apetecía, supongo que cada quien con sus cosas hace sus acciones

Esparcí pétalos de flores como las del año pasado en toda la casa, cuando vaya a barrer me tomará una eternidad pero lo va a valer. Quite el mueble y lo moví, y puse una mesa grande junto a varias repisas encima de esta para poner las fotos de las personas

Este año hay más muertos que llorar que de costumbre...

La primera que coloco es una foto mía con Stephanie, no saben cuanto extraño a mi chica...

La segunda foto es con mi bisabuela, su sonrisa es lo más lindo que necesitaba ver, no saben lo mucho que agradezco el que Samuel haya estado ese día conmigo, porque no sabría a dónde habría llegado si no estaba...

Y por último, pero no menos importante ni menos doloroso, un eco de mi hermanita, Mhya...

-No sabes cuánto quisiera haberte conocido- Es lo único que logro comentar antes de que dos lágrimas salgan de mis ojos

Lo mucho que me arrepiento de esos días en que no fui capaz de quererla como debía me están pasando factura ahora, siquiera pude verla, abrazarla, escucharla llorar, cosas tan simples que ahora me duelen con el alma, y me golpean en el corazón una y otra vez cada que es posible, o cada que el recuerdo vuelve...

El timbre suena sacándome de mis pensamientos rápidamente, de seguro es Samuel, la puerta del edificio seguramente estaba abierta

Al abrir la puerta justamente quien pensé está detrás de ella, el entra rápidamente, yo miro a los 4 departamentos de este piso, no hay nadie chismoseando así que cierro la puerta y abrazo a Sami con cariño

-¿Cómo te sientes?- Pregunta imagino habiendo visto las fotos que ya coloque

-He estado mejor, pero ya que estás aquí estoy bien- Respondo con un beso en su mejilla antes de sonreír y estar colocando las ofrendas en el altar, el timbre suena después de unos minutos y yo miro a Samuel confundido -Alguien te venía siguiendo- Comento gracioso yendo hacia la puerta, cuando abro la puerta encuentro a una muy cansada Valentina con su respiración agitada sosteniéndose de sus rodillas