Seduciendo Un Alfa |NamJin|

2: Plan para seducir a un alfa.

—¡Entonces, dijo que era insípido y aburrido! —SeokJin fingió llorar, mientras abrazaba una almohada contra su pecho—. ¡Y se fue y me dejó tirado allí! ¡¿Pueden creerlo?!

Aunque el sábado por la noche SeokJin se rió a carcajadas del rechazo del alfa, y pensó vehemente que haría a Kim NamJoon arrepentirse de sus palabras, ahora, después de un par de días, no podía parar de llorar dramáticamente al recordar la humillación que sufrió durante la cena.

Maldición, él no podía dejar de pensar en la forma en la que ese mesero le miró con pena cuando llevó su comida a la mesa.

Sin embargo, cuando volvió a casa y le contó a su madre lo que sucedió durante su reunión con NamJoon, la mujer casi se desmaya por el bochorno.

¡JiEun se sintió incluso más avergonzada que su hijo!

Después, cuando volvió en sí misma, su rostro se puso totalmente rojo. Ella empezó a maldecir a Kim NamJoon con un lenguaje de lo más inapropiado y vulgar. Y SeokJin estuvo perplejo al escucharla maldecir de esa forma por primera vez.

Al parecer, él no era el único con una boca sucia en su familia, y eso le hizo reír un poco.

Cuando JiEun terminó de desahogarse maldiciendo a NamJoon, ella le pidió disculpas a su hijo, porque quizás, nada de eso hubiera pasado si SeokJin no hubiese fingido ser un omega mojigato y complaciente. Luego, SeokJin y ella se tomaron unos tragos para terminar esa bochornosa noche como era debido.

Sin embargo, JiEun, al igual que su hijo, no era una mujer que se rendía fácilmente.

Al siguiente día, ella quiso volver a hablar con SeonJo para acordar una cena entre sus familias, en donde SeokJin tuviera la oportunidad de mostrarle a ese Kim NamJoon que él era el omega con más personalidad que tendría el placer de conocer en su vida. No obstante, SeokJin la detuvo. Él tenía sus propios planes para NamJoon. El único trabajo de su madre era encargarse del padre.

Y por supuesto, JiEun quería saber acerca de los planes de su hijo, pero SeokJin sonrió de lado y dijo: —Es mejor que no sepas nada, madre... Pero juró, que para comienzos de año nuevo, Kim NamJoon estará profundamente enamorado de mí.

Después de escuchar sus palabras, JiEun estuvo tranquila, como era de esperar. Ella confiaba en su hijo.

Pero SeokJin mintió.

¡Él no tenía idea de que hacer para seducir a Kim NamJoon sin humillarse a sí mismo!

Y por lo mismo, el lunes por la tarde, se encontraba haciendo una rabieta en su habitación, mientras les contaba el trágico suceso del sábado a sus dos mejores amigos.

Tal vez, SeokJin también exageró un poquito de más.

—¡Por dios, hyung! ¡¿Cómo se atrevió a hacerte algo así?! —HoSeok exclamó con sorpresa mientras se llevaba las manos a la boca—. ¡Nunca creí que fuera un alfa tan terrible!

En cambio, su otro querido amigo, Park JiMin, dijo con una sonrisa inocente: —La forma en la que tomó tu rostro y te dijo que eres tan bonito como aburrido... Mierda, seguro fue de lo más caliente.

Francamente, Kim NamJoon no lo dijo de esa forma. Pero en la memoria de Jin el hombre había dicho algo parecido.

—Sí, maldición, fue de lo más caliente —le respondió a JiMin con una exhalación. Luego, mordió su labio inferior con decaimiento—. Pero sigue siendo un gran idiota arrogante.

HoSeok los miró a ambos con incredulidad al escuchar lo que estaban diciendo. Y rodó los ojos mientras negaba con la cabeza, ¿por qué tenía que tener amigos tan extraños? Sin embargo, él estaba acostumbrado a que JiMin y SeokJin encontrarán caliente cualquier acto extraño. A veces, él se preocupaba por sus amigos omegas, pero los apreciaba por ser tan únicos.