EXTRA 2

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El día comenzó sombrío cuando SeokJin despertó en una cama vacía, buscando instintivamente el calor de su alfa a su lado, solo para encontrarse con un espacio frío y desocupado.

NamJoon no estaba a su lado.

No lo había estado desde hacía cuatro días, cuando partió por un viaje de trabajo que prometió duraría solo cinco días.

SeokJin comprendía que la decisión de viajar de NamJoon se debió a algo realmente urgente; su esposo nunca lo habría dejado solo en casa en su estado si no fuera algo crucial. Al parecer, la presencia de NamJoon era esencial en unas reuniones, ya que ciertos asuntos no podían resolverse eficazmente mediante correos electrónicos o videoconferencias. Por eso, el alfa tomó la decisión de partir lo antes posible, aún cuando SeokJin no estaba muy a gusto.

Antes de su partida, NamJoon le pidió a SeokJin que se quedara en la casa de sus padres durante su ausencia. Le preguntó innumerables veces si estaría bien solo, y cada vez, SeokJin respondió afirmativamente con una sonrisa relajada.

Lamentablemente, no fue así.

Apenas era el comienzo del tercer día, y aunque quedaban dos días para el regreso de NamJoon a casa, SeokJin sentía que ya no podía soportarlo más.

Sabía cómo estar solo y era perfectamente capaz de hacerlo, la combinación de estar en su sexto mes de embarazo y lejos de su alfa, después de haberse acostumbrado a su constante presencia, fue lo que hizo que todas las inseguridades, inquietudes y preocupaciones que habían surgido desde que recibieron la noticia de que serían padres de gemelos afloraran en su pecho y se intensificaran.

El primer día había cumplido exactamente con lo que le prometió a NamJoon. Preparó un bolso con sus cosas y se dirigió a casa de sus padres. Cenó con su familia, fue consentido por su madre, se puso al día con sus hermanos y compartió un rato agradable con su padre. Todo estuvo bien. Perfecto. Hasta que NamJoon lo llamó esa noche para saber cómo había pasado el día y cómo se sentía. Sin embargo, al ver a su alfa y escuchar su voz, pero no poder tocarlo ni olerlo, provocó el efecto contrario en su cuerpo.

Extrañó a NamJoon aún más desesperadamente.

SeokJin lo echaba tanto de menos que estuvo ansioso y confundido toda la noche. Todo su cuerpo clamaba por la presencia alfa. Anhelaba a su alfa. Incluso los bebés se movieron más de lo habitual, siendo por lo general bastante tranquilos. SeokJin concluyó que ellos también extrañaban a su papá.

No logró conciliar el sueño adecuadamente esa noche. Las sábanas le parecieron extrañas, la habitación se volvió claustrofóbica, y una sensación asfixiante recorrió su cuerpo.

A pesar de todo, intentó bloquear sus emociones para que NamJoon no se preocupara por él y, al día siguiente, esbozó una sonrisa cuando el hombre lo llamó por la mañana. Todo estaba bien, se repitió, no podía perturbar los asuntos de NamJoon simplemente por estar experimentando una etapa de dependencia emocional con el alfa.

No obstante, era un hecho que no podía quedarse en casa de sus padres otra noche más, así que recogió sus cosas y regresó al penthouse, donde el aroma de NamJoon impregnaba las sábanas de la cama y su almohada. Debido al agotamiento mental por no dormir la noche anterior, SeokJin se acostó todo el día.

Esa noche, tampoco pudo conciliar el sueño adecuadamente. A pesar de haber estado tranquilos toda la mañana, los bebés empezaron a moverse inquietamente otra vez, incluso después de que le pidió a NamJoon que les hablara cuando tuvieron su llamada nocturna, irritando mucho más el estado de ánimo de SeokJin, lo cual provocó que al tercer día estuviera muy estresado y ansioso.

—¿Por qué no dejan de moverse...? —masculló a la solitaria habitación durante la tarde del tercer día—. Es su culpa que me sienta así... ¿Por qué me hacen sentir tan mal?

Seduciendo Un Alfa |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora