Capítulo 12

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Sé que no tendría que haberlo hecho, pero estaba demasiado relajada por la manera en la que Troch pasaba el bloqueador por mi espalda, así que terminé durmiéndome sin darme cuenta. Hace mucho tiempo no recibía un masaje, y dormirse es parte natural de estar relajada. Supongo.

Para cuando despierto el cielo ya está bastante oscuro, pero las luces del patio trasero están prendidas y el aire es cálido mientras sopla. Me desperezo y acomodo mi sujetador para poder sentarme, todavía algo adormilada.

Ya era bastante tarde cuando Eslay se fue, así que no es de extrañar que ya sea de noche. Me pregunto qué hora es y si ya volvieron. Aunque si hubieran regresado probablemente no estaría recién despertando.

Me pongo de pie y camino hasta el borde de la piscina, sentándome y metiendo los pies en el agua, sorprendiéndome de que esté templada y agradable. Quería meterme a la piscina y ya es algo tarde, ¿me pregunto si eso importa? Troch no parece estar cerca como para tener un ojo sobre mí, seguramente porque sabe que no podré escapar y dormida no soy realmente un problema.

Muevo mis pies en el agua, sintiéndome relajada nuevamente, y suspiro, diciendo para mí misma—. Que bien se siente…

Al final termina metiendo mi cuerpo en el agua de a poco, cerrando mis ojos cuando el ésta llega hasta mi cuello mientras me mantengo flotando. Termino de sumergirme y nado un poco, sintiendo en mi piel como el agua se mueve en el sentido contrario en que yo lo hago.

En cuanto emerjo, mi corazón casi sufre de un infarto al ver una figura junto a la piscina. Doy un respingo y ahogo un gemido de sorpresa. No sé si realmente puedo decir que “para mi fortuna” es Eslay, pero creo que es mejor que encontrarme con cualquier otro de sus hombres.

Está agachado en el borde de la piscina, solo observándome con expresión neutral, y si bien no hay demasiada luz en este momento, puedo ver perfectamente algunas salpicaduras de sangre dispersas en su ropa que me hacen tragar grueso, pero lo disimulo bastante bien.

—Hola —me saluda, y realmente no esperaba oírlo hablar ahora. Su expresión cambia a una ligera y natural sonrisa encantadora.

—Hola.

Hay una sensación extraña y algo inquietante en mi interior, y aunque no es desagradable en lo absoluto, me asusta ser consciente de ella.

Eslay se sienta y se quita los zapatos sin prisa, acomodándolos un poco alejados del borde de la piscina; mi vista se queda prendada en él en cuanto comienza a desabotonar su camisa, y trago grueso cuando mis ojos recorren su cuerpo: firme, trabajado y… mi yo actual puede comprender muy bien a la River del pasado, cayendo por su rostro y cuerpo bonito casi al instante.

—Vas a… ¿quieres nadar? —Honestamente, ni siquiera sé porqué estoy poniéndome tan nerviosa, pero estoy segura de que si no estuviera bajo el agua sentiría mis palmas sudando. No es como si fuera la primera vez que lo veo de esa manera, sin embargo hoy tuvimos un momento en su oficina, y lo quiera o no me gustó bastante.

Me molesta.

Sin responder ni una sola palabra, y aún teniendo su pantalón puesto, entra en el agua junto a mí y comienza a acercarse con lentitud. Pareciera como si me estuviera acechando mientras gira a mi alrededor dándome toda su atención.

—¿Cómo te fue trabajando? —No puedo evitar preguntarle mientras termina de acercarse a mí, y es que los silencios incómodos no me gustan, me hacen sentir, precisamente, muy incómoda.

—Oh, muy bien —responde, sonriendo de manera arrogante—. Esa persona ya no será un problema para mí.

Oh, bien, apuesto a que no lo será.

De un Mafioso | Clan Crawford #1Where stories live. Discover now