De un Mafioso | Clan Crawford #1

Capítulo 53

Agotada, estoy completamente agotada. Si hubiera decidido participar en una maratón seguramente me sentiría menos agobiada. Axe puede burlarse todo lo que quiera, pero mierda, hacer que Cassie fuera al hotel y yo terminar en Nueva York. A eso hay que agregarle el hecho de que después de bajar del avión tuve que poner mi trasero en un auto otra vez.

Necesito aire y estirar las piernas.

Axe nos lleva con cuidado por las calles. No tuvo otra opción que pedirle a Jaron que viniera por nosotros, pues… Sí, mi plan falló un poco porque pensé la manera de ir del hotel al aeropuerto de Tampa, pero no cómo iríamos desde el aeropuerto en Nueva York hasta la mansión. Mi mente estaba demasiado agotada para pensar en ello, así que lo dejé en manos de Axe, y ahora estamos de camino, con Axe al volante y Jaron haciéndome compañía en el asiento trasero.

Es demasiado tarde. El horario tampoco ha sido algo que tomé en cuenta. Cassie llegó a las siete y quince a Tampa, y nosotros tuvimos casi tres horas de vuelo, por lo que el reloj ya marca las diez y veinte de la noche. Solo quiero dormir acurrucada por los próximos dos días. Intenté enviarle mensajes a Eslay, pero no ha respondido, tal vez estando ocupado con Clandestine.

El guardia en la entrada nos deja pasar luego de unos momentos de registrar el vehículo, dándome a notar el drástico cambio en los pocos días que estuve fuera. Ahora registran los vehículo. Tan mal está la situación, ¿eh?

Axe acerca el auto a la entrada principal, donde Sergey ya está esperándonos con la puerta abierta, y Jaron mi ayuda a bajar antes de tomar mi maleta. Tomo una respiración profunda y estiro un poco mi cuerpo, sintiendo por fin un poco de libertad de movimiento; el interior no está muy iluminado, y está todo casi silencioso. Hay un murmullo alto que llama la atención.

—Bienvenida, señorita River —me saluda Sergey con una expresión solemne—. ¿Desea comer algo?

—Sí, por favor. Mucha comida estará bien. —Acaricio mi vientre de manera instintiva y me acerco a las escaleras, subiendo un par de escalones antes de voltear a verlo—. ¿Puedes subirlo a la habitación? No creo poder estar más tiempo sentada.

—Enseguida.

—Puedes ir a descansar, Axe, te hice trabajar mucho. Mereces un poco de tranquilidad —le digo, en un tono divertido, mientras él me da una mirada que asumo como un “ya lo creo”.

—Tranquilidad no es algo que puedas encontrar aquí —murmura Jaron mientras extiende su mano hacia Axe, pidiéndole las llaves del auto, las cuales obtiene de inmediato. Levanto una ceja hacia él, pero no obtengo una aclaración al respecto, así que simplemente asumo que, en efecto, las cosas no están yendo como deberían.

Axe me dedica un corto saludo como despedida, habiendo cumplido su misión de mantenerme a salvo, y una vez que estoy sola subo las escaleras, encontrándome a Matt apoyado contra una de las paredes, con la vista sobre su celular y un aura de intranquilidad. No se ve bien, pero tampoco luce herido, ¿entonces qué está mal?

Mi expresión cae de repente, pensando en lo peor.

—¿Matt? —lo llamo, acercándome a él.

Levanta la vista de su celular, sorprendido de verme allí, y lo guarda rápidamente para dar rápidas zancadas hacia mí. Sus ojos están ligeramente rojos, cristalizados e hinchados… Estuvo llorando, y eso hace al pánico expandirse por todo mi cuerpo.

Trago grueso.

—Riv, ¿qué haces aquí?

—Axe te avisó que volvería… Yo misma le dije a Eslay que estaría de regreso —le explico, pero la sorpresa en su expresión no desaparece. Levanto una mano hacia su mejilla y acaricio la zona hinchada debajo del ojo—. Esto de aquí no parece de llanto.