De un Mafioso | Clan Crawford #1

Capítulo 15

Termino de desayunar perdida en mis pensamientos, tanto así que ni siquiera recuerdo cuándo fue que di la última cucharada, o qué sabor tenía lo que acabo de comer. En cierto modo me siento vacía, porque claramente no disfruté ni un solo bocado; incluso el batido está por poco terminado.

—Bueno… —Eslay se pone de pie, llamando la atención de todos, y les sonríe—. Los veré en un momento.

Tiende su mano hacia mí y los demás empiezan a hablar entre ellos en ruso mientras se ponen de pie y se marchan, junto con Troch. Eslay le hace una seña a Matt mientras tomo su mano y me pongo de pie, y en cuando salimos del comedor y nos dirigimos hacia un lugar al que antes no tenía el acceso, él nos sigue casi pisándonos los talones.

—¿A dónde vamos? —pregunto con curiosidad al ver el pasillo por el que nos estamos adentrando. No tardo mucho en descubrir que es el pasillo de las habitaciones del personal; Sergey y los guardias de seguridad deben tener sus habitaciones por aquí.

—Ya lo verás —responde Eslay de manera concisa. Llegamos a la última habitación del pasillo, y puedo oír claramente un ruido, como si el metal golpeara contra la madera.

¿Qué es lo que tiene allí, y por qué está haciendo ese ruido?

—De acuerdo, esto no es para nada extraño —digo con sarcasmo en cuanto frenamos frente a la puerta—. ¿Qué tienes cautivo ahí?

—Matt. —El nombres es más bien una orden, y eso es suficiente para que Matthew se abra paso entre nosotros para quitarle el seguro a la puerta.

Saca la llave del bolsillo interno de su saco, y entonces abre la puerta. Miro al interior con gran misterio y curiosidad, pero siempre manteniéndome detrás de Eslay y Matt, solo por si acaso. Sin embargo, cuando me alzo por encima del hombro de ambos y veo lo que hay dentro, más bien quien está dentro, mi boca se abre a penas, con sorpresa, y mis cejas se elevan.

—¿Pero qué…?

Eslay suspira y termina riendo bajo mientras entra en la habitación—. Ha sido realmente un dolor en el culo para mí durante estos días. Prácticamente se ha convertido en mi acosadora personal.

—Ha sido difícil mantenerla en silencio —agrega Matt, señalando la cosa que cubre la boca de mi amiga.

No puede ser. ¿Entonces por esto es que Eslay se estaba portando tan bien antes? ¿Por esto es que invadió mi privacidad en el baño e hizo que Troch me escoltara hasta el comedor? Bueno, Cassie es muy ruidosa cuando se lo propone, pero no creo que todo esto hubiera sido necesario.

—¡Cassie! —digo finalmente, emocionado, cayendo en la cuenta de que mi amiga está aquí, la tengo enfrente, ¡la estoy viendo y ella a mí!

Me acerco a ella sin perder el tiempo, y viendo que claramente no puedo quitarle las esposas, solo le quito lo que tiene en la boca. Ella parece aliviada por un momento, y su cálida mirada me reconforta… Eso antes de ver como sus cejas comienzan a fruncirse de a poco y su expresión cambia por completo.

Está muy enojada.

—¡¿Eslay, qué mierda?! —le pregunta, dándome cuenta realmente, de lo que está sucediendo ahora. Acaba de secuestrar a mi amiga, y la ha hecho pasar por lo mismo que a mí. Me estremezco y le dedico una mirada furiosa—. ¡Dame las jodidas llaves, Morris!

—Aquí tienes. —Matt mete la mano en el bolsillo de su chaqueta y termina arrojándome la pequeña llave que abre las esposas—. Aunque yo la hubiera dejado un poco más ahí; ha estado de verdad muy inquieta durante estos días.

—Me pregunto porqué será. —Cassie, no pudiendo mantener su boca cerrada, les dice a ambos con molestia y sarcasmo. Tengo que poner una mano en su pecho y obligarla a recostarse antes de que se haga daño a sí misma con las esposas.