Capítulo 22

88.1K 6K 248
                                    

Saliendo de la clínica, Eslay me compró algo de comida deliciosa, así que eso le hizo ganarse un par de puntos. La ecografía fue bien, John es realmente amable y cuidadoso, y terminó por darme una pequeña foto de la ecografía. Realmente, no se ve nada más que una cosita deforme, casi como un frijol. Tengo que volver en una semana para hacerme estudios de sangre y físicos, sin importar que ya los he hecho en el hospital.

Después de la visita al doctor Schwerhost, mi vuelta a la oficina no estuvo tan ocupado realmente. Creí que todo sería más pesado, pero, en realidad, volver a un ritmo habitual se sintió como una bocanada de aire fresco. No literalmente, ya que mi escritorio es sofocante, y mis compañeros no muy amables.

Termino mandándole una foto un poco borrosa de la ecografía a Cassie, y ambas terminamos acordando vernos el domingo para almorzar y pasar toda la tarde juntas, viendo películas acurrucadas en su sofá. Esta vez, sin Chase de por medio. Después de todo, se supone que hoy me largo de la mansión de Eslay, aunque todavía no me ha dicho nada acerca del lugar que consiguió para mí... O si realmente lo consiguió.

Sucede que, ayer dije que mi departamento es mío y no renunciaré a él porque, bueno, estaba enojada con Eslay y su brusca personalidad. A veces puede ser todo un imbécil; y con a veces, me refiero a siempre, pero con muy poquísimas excepciones. Sim embargo, tenía mi punto, y él el suyo; no importa cuán apegada esté a mi departamento, la primer cosa que obtuve por mi cuenta, siendo mi primer paso a la independencia con Chase, no puedo vivir en el mismo edificio que un jodido criminal, posiblemente asesino, y que tiene una historia de odio contra Eslay. Eso me convierte en el objetivo principal.

Todavía no sé porqué, y el querer escarbar en la razón me pica completamente la curiosidad. Mi lado racional me pide no, me suplica mantenerme al margen de todo, pero, siendo honestos, no puedo dejarlo estar.

En cuanto termina mi día de trabajo, me llega un mensaje de Eslay, avisándome que Matt pasará a recogerme, que él está un poco ocupado en estos momentos. No ahondo en lo que es estar ocupado para él, y, como ni siquiera es una pregunta, termino enviándole un "ok", nuevamente. No he hablado con Matt desde el día de ayer, y la verdad siento un pequeño vacío. Sí, le tomé mucho cariño.

Salgo del edificio de Clifford Media, y veo a Matt, en un auto completamente diferente al que utilizó Eslay, inclinándose para abrirme la puerta del asiento trasero. Está usando un taje azul oscuro, con el saco desabotonado, y un pantalón de vestir que se ciñe sus trabajadas piernas. Es jodidamente atractivo, no voy a negar ese gran hecho, y que las mujeres a nuestro alrededor lo miren con ganas de escalarlo solo lo confirma.

Termino acercándome a él con una sonrisa, y puedo notar que él no sabe cómo debería comportarse. Entonces le digo-: ¡Hey, chico sexy! ¿Uber finalmente te atrapó?

-Uno tiene que hacer lo que tiene que hacer -responde con una sonrisa cómplice, y la pequeñísima preocupación de que las cosas sean incómodas entre ambos se disuelven con ese gesto-. Vivir en Nueva York es muy caro, ¿no lo sabías?

-Vivo en una increíble mansión que alguien más paga por mí, ¿tú qué crees? -bromeo, cruzándome de brazos y adoptando una postura arrogante.

-Digo que tu trasero se está volviendo arrogante.

-Ah, pero no por mucho. -Levanto un dedo, y éste termina en su nariz-. Hoy me voy de allí.

Matt hace una mueca, y entonces frunce los labios. Sé que está pensando en algo, pero no lo dice, simplemente me indica que suba al auto, y eso hago. Estoy agotada, porque estar aliviada de volver no es sinónimo de tener energía 24/7, sobre todo con Eslay llevándome a la clínica.

Hacemos el viaje mientras le cuento a Matt cómo me fue, usándolo de confidente, y me alegra mucho que no estemos raros. Aún no se disculpa, pero las cosas se sienten tan normales que en realidad no hace falta que las palabras salgan de su boca; puede notar su arrepentimiento desde el momento en que pareció aliviado por la forma normal en que estaba tratándolo. Sin embargo, eso no quiere decir que no vaya a obligarlo a decirlas antes de irme.

Llegamos a la mansión veinte minutos, y mucho tráfico, después. Hay varias nubes oscuras en el cielo, y unas pocas gotas caen sobre nosotros en nuestro camino del auto hacia la entrada. Gracias a que en la entrada avisaron sobre nuestra llegada, Sergey ya se encontraba en la puerta principal para abrirnos, y, después de un amable saludo, diviso a Eslay en la sala, bebiendo un trago mientras lee algo, concentrado en su celular. Me quedó mirándolo por un momento, aunque Matt y Sergey ya desaparecieron para hacer sus cosas.

Está tan concentrado en lo que sea que está haciendo, que ni siquiera nota mi mirada sobre él, y me aprovecho de eso para detallarlo aún más. No se ha afeitado en un par de días, así que lo que principalmente era una sombra de barba, al inicio de la semana, ahora es una barba ligeramente tupida, y le queda realmente sensual... Bien podría subirle dos o tres puntos por su apariencia, pero no es tan fácil.

Frota su mentón, da un trago a su bebida, y entonces estira su cuerpo para acomodarse mejor en el sofá. Es allí, cuando flexiona una de sus piernas para colocarla sobre la otra, que se me escapa un suspiro al recordar sus palabras de más temprano; «Eres mía por siempre».

No puedo explicar la razón, pero esas palabras y el tono en que fueron dichas, simplemente despierta el lado más primitivo de mí, ese lado que permite sentirse bien por ese tipo de palabras tan posesivas. La boca de mi estómago cosquillea, a la vez que siento mis mejillas arder un poco, y, mientras tanto, la idea de sentarme en su regazo y besarlo se instala en mi cabeza.

-¿Estás suspirando por Eslay? -susurra una voz en mi oído que me hace dar un respingo y llevar una mano a mi pecho. Si mi corazón ya estaba acelerado, ahora está completamente desbocado.

Volteo para ver a Troch completamente divertido, y le frunzo el ceño antes de darle un golpe en su fuerte pectoral, tratando de mantener la discreción. Realmente no quiero que Eslay sepa que he estado observándolo a escondidas mientras no se da cuenta.

-No estoy suspirando por nadie.

-Literalmente acabo de oírte -refuta, aún más divertido-. Sonó casi como un gemido, delicado y...

-¡Oh, por Dios! ¡Cállate! -le pido, tratando de llegar a su boca para cubrirla, pero su barba me hace cosquillas y termino rindiéndome-. No estoy suspirando por él, ¿por qué habría de hacerlo? El único hombre por el cual suspiro es Tom Hiddleston.

Eslay se aclara la garganta detrás de mí, y me quedo rígida por un segundo. Sé que es él porque, bueno, no hay nadie más cerca de nosotros, y la sonrisa de Troch, desde detrás su barba, solo me lo confirma. Volteo a verlo, apoyado contra el marco del amplio umbral, de brazos cruzados y dándonos una mirada seria a ambos

-¿Quién es Tom Hiddleston?

Jadeo-. ¿Vives en una burbuja? ¡Dios, tengo que hacerte ver La Cumbre Escarlata y The Night Manager. -Beso mis dedos y vuelvo a suspirar-. Un gran actor, de verdad, y...

-¡Alto, alto ahí! -me detiene, adelantando una mano hacia mí-. ¿Estás diciéndome que es un actor? -Asiento-. ¿Y que no lo conoces realmente? -Vuelvo a asentir-. Entonces puedes seguir suspirando por él sin obligarme a ver esas mierda.

-Yo veré Cumbres Borrascosas contigo -ofrece Troch con una mirada solemne.

-Es una película diferente, pero acepto totalmente.

-Troch, ve con Matt un momento, ahora los alcanzo. Necesito hablar con River. -Troch le da un asentimiento a Eslay, y desaparece hacia la zona prohibida de la mansión, por aquella que pasé una vez y por la que probablemente no volveré a pasar.

De un Mafioso | Clan Crawford #1Where stories live. Discover now