Capítulo 14

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Entro en el baño y me apresuro a deshacerme de la ropa de Eslay, poniendo a templarse el agua de la ducha, y no puedo evitar mirarme al espejo con una sonrisa. Sí, estoy hecha un completo desastre, pero mi humor está renovado y hay pocas posibilidades de que decaiga; tal vez pasar tiempo con Eslay no es tan malo.

Es decir, malo para mi humor, porque sé que estar con una persona como él no puede traer nada bueno. Ni siquiera ese pensamiento me baja el ánimo, pero sí que me deja bastante pensativa. Tal vez lo estoy tomando mejor de lo que debería porque en mi vida he estado más tiempo del dalo del que está Eslay; han sido más las veces en las que he sido una mala persona que una buena, y no estoy segura de que me moleste serlo.

Lo que me molesta es que no me moleste.

Por el momento me sacudo esos pensamientos y termino metiendo mi cuerpo bajo el agua de la ducha, después de dejar listo el cepillo de dientes y la pasta dental. Es un momento mágico en el que mi cuerpo se tensa momentáneamente antes de relajarse. Dejo escapar un suspiro y cierro mis ojos mientras froto mi rostro con mi manos, pasándolas hasta mi cabello.

Lavo mi cuerpo por completo, cierro la llave del agua, y abro la mampara de la ducha dando un respingo al instante, llevando una mano a mi pecho. Por supuesto, el tipo de vidrio no me hubiera permitido ver que, sentado en la tapa del retrete está Eslay; en una posición muy cómoda aparentemente.

—¡¿Qué diablos haces aquí?! —le pregunto, tomando la bata más cercana y poniéndomela con prisa.

Su cabello está perfectamente peinado, y viste un traje que parece costoso a simple vista, solo que sin el saco. Le queda increíblemente bien usar solo una camisa con chaleco. Su ropa no tiene ni una sola arruga, y el reloj en su muñeca es increíblemente brillante; me hace preguntarme si realmente es de oro o plata.

No dice ni una sola palabra, ni siquiera cuando se pone de pie y toma la toalla colgada a mi lado. Intento tomarla pero él rápidamente la aleja, haciendo un sonido de desaprobación y negación.

—Yo lo haré —dice, tomando mi muñeca con cuidado y haciéndome poner frente al espejo, colocándose detrás de mí, listo para secar mi cabello.

Hay algo realmente extraño en su actitud el día de hoy, lo cual me hace entrecerrar mi ojos hacia él a través del espejo. No había exagerado su amabilidad hasta ahora, y por alguna razón siento que algo está tramando… Bueno, no es “por alguna razón”, es por su repentina amabilidad y consideración. Desearía poder leer su mente y saber qué es lo que está ocultándome, o saber a qué clase de juego está jugando.

Mientras estoy perdida haciéndole un juicio mental, Eslay logra sacarme de mis pensamientos cuando dice—: No se te nota demasiado… El vientre, me refiero.

Casi como un acto reflejo llevo una mano hacia el pequeño bulto creciente en mi abdomen. No puedo evitar preguntarme cuál sería la reacción de Eslay al ver al que será nuestro bebé; quiero saber si también piensa en su sexo, si piensa nombres, o si tal vez ha pasado por algún aparador y se ha detenido al ver ropa de bebé… como yo lo he hecho.

Sin embargo, ese no será un pensamiento que comparta en voz alta. Mucho menos con él.

Eslay comienza a secar mi cabello y me relajo por las caricias mientras mi vello se eriza en la zona de mi cuero cabelludo. Es el equivalente a los masajes de Troch, y para nada me molestaría acostarme nuevamente y seguir recibiendo este trato.

—Por supuesto que no, todavía es muy pronto. —Una pequeña sonrisa aparece en mis labios—. Tienen que pasar algunos meses más, y entonces mi cuerpo estará más ocupado por él que por mí.

—¿Él? —pregunta, deteniendo sus manos y mirándome con una ceja alzada a través del espejo—. Mientras no sepamos qué es, para mí será una ella. —Continúa secándome el cabello, y aunque lo está intentando ocultar todavía puedo ver que una sonrisa amenaza con aparecer en sus labios.

De un Mafioso | Clan Crawford #1जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें