Collingwood.

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Ahora que era un hecho que podía ver, me admiraba de todo. Pero también tenía sus desventajas, para mí no era sólo como: estoy viendo, gracias. Voy a continuar con mi vida. Las cosas no son así de sencillas, tuve que pasar un mes en terapias, entrevistas, revisiones y exámenes con médicos especialistas porque todo esto era un proceso que tenía que seguir por un tiempo, después de la cirugía. Mis gafas de sol aún no dejaba de usarlas, debido a que era muy sensible a la luz.

Fue emocionante ver a la Señorita Hill y descubrir que es tan joven fue toda una sorpresa. Ella se quedó conmigo en cada momento y en gran parte, ahora su trabajo consiste en enseñarme cosas básicas, como si fuera una niña pequeña. Iba desde los colores, las letras, escritura y lectura, lo cual era un poco complicado porque estaba acostumbrada de otra manera pero lo estaba haciendo bien, me gustaba aprender cosas nuevas y saberlas, además que estaba ampliando mi vocabulario.

La primera vez que me vi en el espejo, no podía creermelo y no exagero si digo que estuve largas horas mirándome. Me gustaba lo que veía, no entiendo por qué insistían en hacerme sentir mal cuando no era fea ¿es que acaso hay algo que pueda decir que es feo? La respuesta es no.

Tenía mi cabello largo hasta mi cintura, ondulado y negro como la noche. Mi piel blanca y pálida, frente pequeña, al igual que mi nariz que además era respingada, mis labios no eran grandes pero tampoco tan delgados, sino proporcionales a mi rostro, mis ojos son grandes, de un azul muy diferente al de papá y mamá ¿qué importa el color cuando estoy viendo?

Me siento feliz, de eso no hay duda pero los recuerdos están siempre ahí. Cierro los ojos y suelto un suspiro volviéndo al pasado.

"Son grandes, grisáceos, bonitos y... cierra los ojos -lo hago y Joe besa cada párpado - pienso que no merece la pena toda tú en un quirófano tratando de corregir algo que te hace única y perfecta. No quiero perderte Kim."

¿Por qué me hizo esto? ¿Por qué me hizo creerle que me amaba?

Limpio mis lágrimas y sacudió la cabeza como que eso pudiera aclarar mis pensamientos e impedir que piense en Joe. No importa lo que haga, todo el tiempo lo estoy pensando.

Debo dejar esos recuerdos atrás, al igual que mi ceguera, Joe pertenece a mi pasado y ahí debe quedarse.

Respecto a mi persona, he mejorado un poco. Estoy perdiendo el miedo a muchas cosas, excepto que mi mayor miedo es, dormir una noche y al despertar, volver a estar ciega. Sé que eso no puede suceder pero es inevitable que me sienta de esa manera.

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Mi vida dio un cambio un tanto drástico, ahora yo tenía que estar en todos lados. En el hospital para más exámenes y cuestionamientos de doctores, mi recuperación, más tratamiento y mi adaptación en todos los aspectos. Todo eso, hasta que pude volver a casa y a la escuela. También tenía miedo de volver, miedo de encontrar a Kathy y a Joe. Un día, la señorita Hill preguntó si quería que me mostrara una foto de ellos y mi respuesta fue negativa, es enserio que diga que no quiero saber nada de ellos, ademá, es la única que sabe lo que pasó justo antes de la cirugía, no tenía otra opción y tuve qué decírselo.

Supuestamente no pudo creerlo. Es una farsante experto y ¿qué caso tenía conocer su físico y siquiera saber de él? De todas maneras nunca lo conocí realmente, solo mintió.

-¡Kim!

La voz de la señorita Hill, el chasqueo de los dedos y éstos moviéndose delante de mí, me traen a la realidad.

She is Mine ©. (Parte 2 She is Special-TERMINADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora