She is Mine ©. (Parte 2 She is Special-TERMINADA).

A. Rowell vs J. Collingwood.

La clase con mis niños había finalizado, y como siempre que terminaba, había que recoger lo que se había utilizado.

-Toc, toc ¿puedo pasar?

Mi corazón se paralizó por unos segundos. Eso siempre ocurría porque me sentía expuesta, por miedo a que Joe me encontrara. No entendía aún que eso no ocurriría pronto -no importa que papá me haya dicho que tuvo un encuentro con Joe, reclamándole acerca de mi supuesta muerte- a pesar, de que cambiamos de aula nuevamente, y por desgracia, tengo que admitir que fue por capricho mío.

Así que Joe no sabría de mí por un largo tiempo y... aquí está Aspen, encantador y lanzando sonrisas como siempre.

-¡Aspen! -le sonrío de vuelta y dejo todo a un lado para darle un fuerte abrazo -¡Que sorpresa verte aquí!
-Hola señorita Hill -saludó y enfocó su atención en mí.
-¿Qué te pasa? ¿Estas bien? -pregunté un poco extrañada por la manera en que me mira y su sonrisa jamás desaparecé.

¿Olvidé mencionarlo? Aspen aceptó someterse a tratamientos y exámenes, que, afortunadamente todo fue de maravilla con él por el poco tiempo que tenía de haber perdido la vista y, el hecho de que antes tuviera esa capacidad, le daba una ventaja para un proceso menos tardado. Cosas que sólo los médicos entienden, no hay una explicación coherente en ello.

Todo fue mucho ás rápido con Aspen y estaba feliz por él porque ya estaba retomando su vida de nuevo.

-De hecho vine porque tengo muy buenas noticias, y te lo debo a tí.
-¿A mí? -entrecerré mis ojos y me crucé de brazos en espera de su respuesta.

Aspen elevó sus cejas juguetonamente logrando una tonta risilla mía, se llevó ambas manos detrás de su espalda y con una de ellas tiró de algo hacia arriba para después entregármelo.

La tomé entre mis manos sin dejar de mirar a Aspen.

Digamos que la sonrisa se desvaneció un poco al ver que se trataba de una playera, a mi medida. Era color... ¿cómo me dijeron que se llamaba? Oh sí, azul marino con unas franjas en las mangas color blanco, un enorme número 26 en el frente.

-Es bonita Aspen -él estalló a carcajadas mientras negaba y le daba vuelta a la playera.

No entendía que tenía que ver las noticias que tenía Aspen para mí, con una simple playera.

-A. Rowell -dije lentamente leyendo en el reverso de ésta -Como Aspen Rowell ¿eso quiere decir verdad? Es tu nombre...

No concluí porque mirando bien la playera en una de las mangas tenía un escudo y en letras pequeñas se alcanzaba a leer preparatoria Brearley. No era la nuestra, era la de Aspen y significaba muchas cosas.

-Esto es... -comencé a decir casi escéptica.
-Sí Kim, volví al equipo de fútbol -dijo con una sonrisa -Tenías razón, me costó todo un mes de entrenamiento ardúo, si a eso le agregas el tiempo de recuperación y tú mejor que nadie lo sabe. Pensé que no podría...

Reprimí un chillido emoción salté a sus brazos más que emocionada, de verdad que lo estaba.

-Estoy tan feliz y tan orgullosa de tí Aspen -dije separandome de él un poco, apoyándome en sus hombros. Él jamás se alejó

Me tensé y creí que tendría un ataque de pánico en el momento en que se aproximó a mí y juntó nuestras frentes.

-Muchas gracias Kim, lo digo enserio gracias.
-Yo no hice nada -dije nerviosa al fin poniendo más distancia.

Miré de soslayo a la señorita Hill que enarcó una ceja mientras me miraba, lo que ignoré.

No quería mal pensar de Aspen y su actuar tan raro ahora, solo quería concentrarme en lo bien que estaba llendo todo por ahora.