Es increíble que para ser una maestra y psicóloga en niños especiales, tenga que enfrentar una estúpida demanda de un par de padres de familia. Ni siquiera es por su hijo que es a quien ayudo, es algo fuera de.
—Buenas tardes —dije a la recepcionista —Tengo cita con el abogado Decker. —coloqué mis gafas de sol encima de mi cabeza.
Ella comprobó algo en su computadora y después me miró.
—¿Señorita Banks? —asentí —Si gusta esperar un momento.
Seguí con la mirada a la chica rubia hasta desaparecer.
Tomo de la mano al pequeño amor de mi vida y lo hago sentarse a mi lado.
—Te dije que sería aburrido, además no es un lugar apropiado para niños.
—Pero es tu día exclusivo para mí.
Eso es verdad, tengo todo un día dedicado para él, a excepción de hoy que tengo que estar aquí atendiendo asuntos legales y absurdos.
—Christopher va a venir por ti como en cinco minutos.
—¡No me quieres! —reprochó Joe, lo tomé de su brazo y lo senté en mis regazo.
—No, no te quiero. Te amo —le agarré el rostro pero el volteó la cara. Divertida lo forcé y besé su mejilla —Joe, solo serán un par de horas. Chris y tú irán a jugar futbol ¿no quieres tener un buen juego con él? —él se cruzó de brazos e hizo un puchero gracioso —Te prometo que saliendo de aquí tú y yo tenemos el día entero para salir, comer pizza, jugar videojuegos y nos desvelaremos viendo muchas películas y haciendo guerra de almohadas —lo sacudo por su torso, se está forzando a no reírse —¿Te gusta la idea? ¿eh? —le hago cosquillas y empieza a reírse fuertemente —Shh —digo entre risas parando de hacerle reír.
Él me abraza y besa mucho mis mejillas.
—Te amo —él se aferra más a mi cuello y voltea a ver feo a alguien. Sigo su mirada y es a un hombre trajeado que pasa sin dejar de mirarme —Deja de verla así, yo soy su único chico.
—Oye pequeño gruñón. Vas a meterme en problemas —le susurro.
Él se calma y permanece a mi lado mirando todo a su alrededor. Joe es muy observador y todo juzga, critica y pregunta para tener ocho años, eso sí, es mucho muy inteligente.
Me alegro de haber escogido el atuendo del día de hoy. Siendo una maestra de niños especiales y psicóloga en la misma área, no tengo necesidad de vestir ropa aburrida como las secretarias aquí presentes o usar conjuntos de pantalones negros con blusas blancas que deben estar perfectamente planchadas, sin embargo elegí para venir únicamente a hablar con un abogaducho para que me ayude en mi caso, un vestido formal color beige que me llega por debajo de la rodilla, cortas mangas y lleva un escote en uve, lo demás es liso y unos tacones a juego.
No es que importe mucho pero según Hill es necesario, si quiero que me traten con seriedad y no como alguna especia de niñera fácil.
—El abogado Decker manda una disculpa pero no va a poder atenderla.
—Señorita, hice mi cita como me lo pidieron y me urge —me levanté de mi lugar un tanto molesta —¿No puede insistirle o algo? No es posible que no cumplan, para eso se tramitan las citas.
Esta estúpida cita tuve que hacerla con un mes de anticipación y ahora resulta que el tipo se deslinda de su responsabilidad.
—Claro, veré que puedo hacer. Tal vez...¡oh Marilyn!
La rubia se movió de lugar y caminó a una chica que estaba en otro pasillo con un montón de carpetas. No sé que tanto le habrá comentado la rubia a la otra chica llamada Marilyn pero me recuerda el look que tenía hace 6 años, el mismo tono rojizo-anaranjado, cabello corto solo que ella lo lleva lacio, es bien parecida, bronceada y exageradamente dotada por su delantera y trasera. Tal vez no debí mirarla o juzgar algo de ella en mi mente porque me vio mirarle, no sé si hice alguna mueca o algo pero ella amplío su mirada al verme y me miró con disgusto. Quizá pensó que soy lesbiana.
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She is Mine ©. (Parte 2 She is Special-TERMINADA).
Teen FictionKim: Asimilar que ya no estás, es una de las cosas más difíciles para mí. Sé que ésta carta no la leerás, ni hará mejor ésto, mucho menos te traerá de vuelta pero, me hubiera gustado cambiar muchas cosas, antes de que te fueras así. Me siento vacío...