Tal vez...te odio. Tal vez... te amo.

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Abrazo a mi pecho las carpetas de documentos con las que estoy ayudando a la señorita Hill mientras camino por los pasillos de la escuela simulando que no pasa nada, salvo que en mi interior estoy nerviosa por miedo a encontrarme a Joe. Claro, eso no iba privarme de cosas en la vida, al diablo con eso.

Sacudo mi cabeza y continúo con paso firme hacia mi destino, la puerta que está rodeando el pasillo.

-Buen día -saludo a la joven que está fungiendo como secretaria -La señorita Hill se los manda al profesor Michaels.

En cuanto la joven me recibe los documentos, agradezco y mi breve trabajo está terminado.

Apenas salgo de la oficina y me percato de una multitud de alumnos del otro lado del edificio, gritando cosas que no alcanzo a escuchar bien pero, por la tonalidad y la manera en que se expresan, además del eco de las risas burlonas que resuenan sé lo que está pasando. No pretendo ser una heroína pero no me parece lo que hacen y a diferencia de la mayoría, no soy de las que se cruza de brazos viendo como ofenden a otros.

Camino de manera apresurada hacia donde están todos y deseo que no sea demasiado tarde, sea quien sea a quien estén haciendo aquella crueldad, lanzando comida. Grito que paren sobre las demás voces, sin embargo no funciona, ni siquiera tengo que empujar o moverles a un lado para que me dejen pasar, ellos por sí solos lo hacen. Odio sus risas, comentarios al azar diciendo es un imbécil, ¿quienes creen que son para juzgar a una persona?

Me sorprende ver en el suelo al chico que ví en detenció aquel día, repleto de restos de comida ¿Merecía lo que le han hecho? No, por supuesto que no. ¿Por qué le han hecho esto a ese chico? No me importa, me hace sentir mal el simple hecho de lo que ha sucedido y que nadie se acerca a ayudarlo, solo se ríen mientras pasan.

A solo unos pasos más de distancia y cada vez más enojada empujo on mis hombros a algunos de ellos.

-Oh no princesa -respingo asombrada en cuanto un chico bastante grande me toma por la cintura y sonríe de esa manera enfermiza que últimamente conozco. Me pone de nervios la manera en que me tiene él, incluso, mi respiración empieza a entrecortarse -No creo que quieras acercarte a él. No vale la pena preciosa.

Solo eso me bastó para reaccionar y salir de mi miedo para darle paso a mi enojo y quitarme de encima a este idiota de la nueva manera en que había aprendido. Pego mis codos a su torso y hago presión para latimarle logrando que afloje su agarre, tomo la oportunidad y le planto una fuerte cachetada. El chico se toma la mejilla mirandome con el entrecejo fruncido.

-Estoy lo suficientemente segura de no querer acercarme a idiotas como tú -expresé igual de furiosa.

No tuve que decir ni una palabra más, con la simple mirada ha sido suficiente para que se marche.

Detrás de mi, el otro chico permanece en el mismo lugar con la cabeza agachada, de alguna manera me hace sentir mal y no es lástima.

-Siento tanto que te hayan hecho ésto -digo hincandome a su lado, sin saber muy bien qué hacer por limpiar el desastre en el que está.

El chico solo me mira y no sé si es eso lo que empieza a ponerme nerviosa, que estoy alterada o parezco estúpida por expresarle que lamento lo que le sucedió.

Hay algo en él, no sé si son sus ojos, la vibra que emana pero él... definitivamente él... no sé como explicar que siento como si lo conociera. Eso no pude ser posible ¿verdad?

-Oye, yo no soy como ellos - digo después de un rato sonriendole de verdad sin embargo sigue sin decir nada y solo mira todo lo que hago. Eso no ayuda a mis nervios, tengo que bajar incluso la mirada y colocarme un mechón de cabello detrás de mi oreja. Tal vez el chico tiene una mala impresión de mi -Lamento lo que viste. La manera en que traté al chico y todo eso pero... -Me cuesta sostenerle la mirada y miro mis manos por un breve momento -Realmente lamento que te hayan hecho esto, no tenían porqué. ¿Te duele mucho?

She is Mine ©. (Parte 2 She is Special-TERMINADA).Where stories live. Discover now