She is Mine ©. (Parte 2 She is Special-TERMINADA).

Máscara de Hipocresía.

Me escapé unos momentos para visitar el centro psiquiátrico. Ésta mañana recibí la doceava invitación, pusieron a mi disposición asistir a éste porque Hudson no estaba dispuesto a hablar, no quería ayudarse a sí mismo a mejorar.

No tengo mucho tiempo para hablar, necesito que esto sea rápido porque Joe no tarda en ir a la institución por mí.

Estar caminando por los pasillos me causan escalofríos, observo casi aterrada todo lo que pasa.

El color blanco y pulcro del lugar es demasiado. Enfermeras y enfermeros recorriendo los pasillos con gente que murmura, otros en sillas de ruedas, algunos otros caminan con ojos desorbitados y dicen cosas sin sentido sin parar de repetir la misma frase.

Pronto doy con alguien que me auxilia a llegar hasta el director del centro psiquiátrico. Me guía hasta mi encuentro tan esperado con Hank Hudson, una sala igual de blanca que el resto del lugar teñido en luz blanca una mesa metálica y un par de sillas, ventanas alrededor reflejantes sin tener visibilidad hacia adentro.

Observo casi fascinada todo a mí alrededor.

Me giro en el momento en que chirría la puerta y veo entrar a Hudson, con aires de grandeza, alza su cabeza y me mira de manera engreída.

Trago saliva al verlo a solo unos pasos de mí y vuelvo a sentir esa especie de vulnerabilidad como cuando era ciega, además de estar sola y aislada.

-Vaya, que sorpresa Kim.

Solo escuchar su voz me causa escalofríos y me hace sentir incómoda. No importa que el médico que pasó a mi lado dijera que todo está bajo control y estaríamos vigilados. Mi respiración ya es acelerada sin siquiera quererlo y el miedo es inminente.

-¿Qué quieres? ¿Eh? -pregunta molesto golpeando la mesa de manera fuerte y me exalto -¡Te odio! ¡Arruinaste mi maldita vida!.

Vuelve a golpear la mesa furioso y retrocedo con miedo, está actuando como un maniaco y todo empeora cuando me acorrala entre la pared y él.

-Siempre fuiste así de vulnerable, ingenua y estúpida.

Con una mano me toma de las mejillas y voltea bruscamente mi rostro.

Pronto vienen a auxiliarme y lo apartan de mí. Lo amenazan con ponerle algún sedante, el rostro de Hudson cambia por completo y se tranquiliza. Dos chicos enfermeros permanecen en la habitación para resguardarme, parece que Hudson es completamente inestable.

-Ódiame todo lo que quieras Hudson, pero yo no soy la causante de que estés aquí -tomo asiento en la silla frente a la mesa -Fueron tus actitudes las que te trajeron hasta aquí -le dije de una manera tan fría que hasta yo me sorprendo -¿Tienes mucho que decir? Adelante. Dime ¿Por qué me hiciste tanto daño? ¿Cuál era el fin de todo lo que armaste? -él no me contesta, se voltea hacia otro lado y carcajea.

Ésta vez soy yo la que se levanta de la mesa y aviento la silla detrás de mí, captando su atención.

-¡Dime la verdad Hudson! No me digas que por dinero -rodeo la mesa y camino de brazos cruzados hasta estar frente a él -Sabemos que no fue una puesta lo que te llevó a hacerlo. ¿Estás tan enfermo como para adorar y anhelar tanto una estúpida reputación que únicamente te vale en la escuela? -Hudson soltó una risotada que solo consiguió enfurecerme más- ¿Por qué te burlaste de mi pánico y te aprovechaste de ello? ¡Peor aún! ¡Me hiciste creer que habías abusado de mí y que estaba embarazada! Y después...

-¡Ya cállate! -dice dando un paso al frente. Tiene los ojos desorbitados, el rostro rojo y las venas de la frente sobresaltadas - No necesitas repetirme todo lo que hice, me lo sé de memoria.