Cuñada

4.9K 388 27
                                    

Su llegada fue un golpe para todos, pero mucho más para Fernando, debía ocultarlo de Aldo, al menos durante un tiempo más, al menos hasta que no pudiera soportarlo. Habían rumores de que Marcela retorno al Tostado, pero nadie decía la verdad, ni si quiera el padre, quien se suponía era de su fiar. Se sentía un cero a la izquierda, despreciado por todos y sin un lugar seguro en el cual estar.

Quizá fue por eso que esa noche que Fernando le invito a beber acepto. Hablaron de todo y de nada, hasta que el alcohol le llego a lugares oscuros y se comenzó a quejar. "Renato tiene todo, ella es un sol" "Nunca tuve oportunidad, pero a veces quiero verla" "Su novio el rubio me caía mejor" y poco a poco, dato a dato el nombre de "Marcela de la Vera" abandono sus labios.

Mateo se quedó frio... ¿Qué mala broma del destino era eso? no podía ser ella, no podía, y de serlo... ¿Por qué demonios termino con Renato? Esa misma noche quiso salir a buscarla, por su culpa no podía ver la luz del día, estaba a su disposición, algo se le ocurriría, algo debía de pasar por su mente que pudiera funcionar. Por el momento intentaría sacarle toda la información posible al pendejo de su hermano.

Días después Fernando recurría a Aldo. No sabía porque pero tenía el presentimiento de haber hecho algo malo, y más cuando vio a Mateo salir temprano como si fuera un hombre libre. Definitivamente algo no andaba bien, y por más que quisiera negarse, tuvo que recurrir a su hermano.

-Mateo esta con padre- soltó sin piedad mirando como su hermano resurgía de entre los campos de café

-¿Qué dices? ¿Desde cuándo? ¿Qué le has dicho?- Fernando no entendió su desespero, era su hermano no el diablo, ¿Por qué estaría tan sorprendido?

-Debemos ir con Renato- lo tomo del brazo para caminar

-¡No!- se liberó de su agarre desconcertado- ¿Por qué tendría que saberlo? Sabes que Mateo sigue en búsqueda, porque lo harías-

-Mira Fernando yo...- se quitó el sombrero arrugándolo con las manos- Hermano...-

-¿Por qué siempre me tratan como un inútil?-

-Nunca fue mi intensión- suspiro- solo quería librarte-

-¿De que, de no saber que Mateo es un violador? Ya lo sé, me lo dijo padre, pero esa mujer era una perra, así que...-

-Era Marcela- lo interrumpió antes de que ese veneno infundado saliera de su boca

Fernando sintió como el suelo se desplomaba bajo sus pies. Marcela...

No podía ser verdad, se tambaleo un poco entre el sol y la noticia no sabía cuál de los dos le mareaba más.

-Hermano...No quería que supieras... Se lo que ella...-

-Por eso me tenía miedo... ¿Lo sabe?- se recordó en cada momento, en cada ocasión que pudo acercarse a ella y la manera en que se alejaba de su tacto

-Claro que no, bueno, quizá ahora sepa algo, pero se enteró hace poco tiempo...-

-Renato...-

-Lo sabe todo...-

-Ella me tenía miedo porque le recordaba a Mateo- se cubrió el rostro- Debe pensar que también soy un maldito enfermo...-

-Fue peor que eso...- susurro- y la mirada de esos ojos verdes se le clavo en busca de respuestas.

Para cuando termino de escuchar esa historia de terror, no tenía fuerzas para levantarse, el estómago se le venía a la garganta y no podía imaginar a alguien tan terrible como Mateo. Entendía a su hermano, ahora lo hacía, entendía sus ganas de enterrar a su propia sangre en el lodo. Tenía que disculparse con Marcela, se recordaba como un loco gritando fuera de su casa, ¿Cuan asustada tuvo que estar? Era un maldito insensible.

La PiedadWhere stories live. Discover now