🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]

† Capitulo III †

Jimin se asomó con cautela al balcón, levanto su mano, despidiéndose de su fiel sirviente y leal amigo, Taehyung correspondío el gesto, desde abajo en el patio. Subió al carruaje, con ayuda del chófer; luego de que ambos abordarán, este se fue, perdiéndose entre la bruma de la noche.

–Joven Jimin– hablo la delicada vos de una mujer en su espalda –su habitación está lista.

Jimin dió las gracias, pidió amablemente que la mujer se retira, luego se encerró en su estudio. Raro, ese noche, por lo nublado y oscuro del cielo, no había estrellas visibles.

Pero no fue el cielo quien tuvo su atención, sino el profundo y azul océano. Tan azul como los ojos que hace mucho, no veía.

Nunca se había puesto a pensar en las cosas que tanto añoraba, como lo era el mar y Yoongi. Creció entre barcos y lujosos viajes, con la brisa salina en su rostro, la madera rústica de la cubierta en sus pies y rodeado de las inmensas olas.

Pero hacía tiempo que dejó esa parte de su vida, tenía 20 años, la última vez que estubo en un barco fue a los 18; la que siempre consideraría su mayor aventura.

No supo cuanto tiempo estubo allí, hasta que sus párpados pesaron demasiado y no le quedó más que dormirse en el marco de la ventana.

Taehyung hiba nervioso, dos años igualmente habían pasado para el. No podía evitar pensar: ¿Lo había extrañado?, ¿Si quiera lo recordaba?, ¿Sus sentimientos cambiaron?. Por qué en eso dos años, los suyos no lo hicieron, es más, se hicieron más fuertes.

El camino ha la bahía era complicado, rocoso y resbaladizo, entre la maleza del bosque.

Tardarían casi una hora y media en llegar, por lo que trato de dormir, pero no lo permitieron sus nervios.

La última vez que lo vio, era un joven sin futuro, abandonado y solo, de 19 años. Cómo favor a un amigo leal, Jimin lo acogió, le dió trabajo y lo considero un amigo. Le tenía tanto cariño al pequeño doncel y le vivía eternamente agradecido.

Oyó al chófer, ordenar que lo caballos para sen. Recorrió la cortina de terciopelo, divisando el camino de piedra, que llevaba por la empinada colina, hacía la torre abandonada.

Bajo del carruaje, caminando temeroso entre la espesa neblina, producida por el mar, que rodeaba el acantilado.

Miro hacía el muelle escondido, entre las enormes rocas, apenas logrando distinguir el inmenso barco, atracado en el.

Miro la enorme construcción de piedra, suspirando nervioso, comenzó a subir las escaleras de piedra, hasta llegar frente a la enorme puerta de madera. Tocó con ligero temor, pero fue consiente de que no oyeron, por lo que tomo la aldaba, tocando con mayor fuerza está ves.

La pesada puerta de madera antigua, resonó con fuerza, al ser abierta.

–Taehyung...– susurro Hoseok, sin quitar la vista de el. Taehyung quedó mudo, no sabiendo nada que decir.