🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]

🍁 Capitulo XIV 🍁

El llanto desconsolado de Jimin, cubrió por completo el sonido de la tormenta. Lo perdió, esta ves para siempre.

–¡YOONGI!...

No podía dejar de gritar, sintiendo un dolor desgarrador, más allá de lo físico, atravesar su pecho; como si fueran finas espinas de una rosa roja, bañada en sangre, atravesando le el corazón, pero sin llegar a matarlo, solo dejándolo en desesperante agonia.

El reflejo del azul de los ojos de Yoongi, como el último espejismo de su sus sentimientos, se quedó gravado en su mente: haciendole imposible resignarse a la idea, de que su amor murió.

Taemin seguía aún con la pistola apuntando, hacia donde había estado el capitán Min: aún sentía el calor del disparo en las manos. No podía apartar la vista del risco, dónde no quedaba más que la vana sombra de la muerte.

Pasaron minutos completos, en un silencio asfixiante. La lluvia no había parado en ningún momento, y ahora parecía más fuerte —como si el cielo llorara, por lo que acababa de pasar— opacando el sonido de los sollozos de Jimin, y la respiración acelerada de todos los presentes.

Mojaba sus cuerpos, hasta que estos temblaron del frío, que calaba hasta los huesos. Las gotas se resbalaban por su rostro: Jimin apretó los dientes, quería seguir llorando, pero las lágrimas no fluían, sus ojos le pasaban y sentía que hiba a caer desmayado.

–¡Teniente!– se escuchó la vos de un guardia, rompiendo el profundo silencio –la tormenta empeora, tenemos que irnos...

Taemin pareció salir de si trance, voltando a ver a Jimin, apretó la pistola con rabia, mirando el cuerpo del doncel, encogido en el suelo, entre el lodo y la lluvia; aflojó el agarre en el arma, soltando un suspiro.

–vámonos– ordenó a sus guardias, girando, para caminar hacia su caballo –traigan al joven Park– dijo mientras se subía al corcel.

Los guardias se asintieron, se acercaron al doncel con cuidado, pero este no hizo ningún esfuerzo, dejándose llevar. Lo subieron a uno de los caballos y emprendieron la marcha, de regreso a la ciudad.

–¡¡Maestre Jung!!– grito Namjoon, sujetando el timón del barco con fuerza –¡¡Volvamos a la costa, la tormenta esta muy fuerte!!– dijo.

El aire arrasaba la cubierta, al igual que las olas, sacudiendo el barco, con brusquedad.

–¡¡No!!– grito Hoseok –¡Taehyung dijo que estaban por aquí!...

Taehyung miro sobre saltado por la borda, mientras Jungkook lo sujetaba sobre saltado de los hombros, ambos, estando completamente nerviosos.

“Cuando llegaron al barco, y Hoseok dió las órdenes para preparar un grupo, para ir a buscar a Yoongi y a Jimin; y a el, lo mandara a su camarote junto a Jungkook: el menor hizo todo lo posible, para hacerlo entrar en calor, para que no cogiera un resfriado.