† Capitulo XXXI †

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Lentamente Jimin se deshizo del saco del mayor, mientras Yoongi alzaba su camisa, para deslizar sus manos por la fina espalda de su doncel.

El beso se rompió con suavidad, haciendo que lentamente el mayor bajará sus labios al cuello del menor. El cual era tan suave como el terciopelo.

Un delicado suspiro salió de los labios de Jimin, casi tan delicado y perfecto como la brisa del mar.

Lentamente Jimin comenzó a restregarse contra Yoongi, deseoso de poder sentir más del contrario y probar todo de el. El peli-negro se separó de su delicado cuello, alzando su rostro, para conectar sus miradas.

El intenso azul de los ojos de Yoongi, exploto en un océano de mareas, de mil tonos de celeste; mientras los ojos verdes de Jimin, mostraron una chispa, y se volvieron tan profundos como el verde rio que cruzaba la selva, al los cuales daban alusión. Creando así un choque eléctrico de emociones y sentimientos que se transmitieron en una mirada. La entrega perpetua de un corazón, dejado a la merced del otro, para que escogiera que hacer con el.

Lentamente Yoongi envolvió con sus brazos las cintura del doncel de rubios cabellos. En un rapido, pero a la vez delicado movimiento, les dió la vuelta en la cama, dejando al menor bajo su cuerpo. El cual suspiro de gusto.

–eres los más hermoso que nunca he visto...– susurro Yoongi con suavidad sobre los labios de Jimin, este sonrió, ante las palabras del peli-negro y enredo sus manos en su caballo.

Nuevamente sus respiraciones se juntaron, seguidos de un ósculo apasionado y desbordante de pasión.

Lentamente Jimin soltó los botones de la camisa del mayor, mientras Yoongi se separó de Jimin, para quitar la prenda que le impedía tocar esa lechosa y dulce piel. Luego el mismo se sacó la suya, dejándola en algún rincón de la cama, junto a la la del menor.

Se tomó su tiempo para admirar al hermoso doncel que tenia en frente, al fin y al cabo, en este momento solo importaban ellos y tenian todo el tiempo del mundo.

Sus labios se juntaron nuevamente, era algo que nunca se cansaría de hacer. Probar la delicia prohibida en la boca del otro, sentir su respiración como la propia, dándose a entender cuánto se hacían faltan y que respiraban por el otro.

Cuando menos lo pensaron, entre suaves toques y románticos besos, esparcidos en cada sona deseada, terminarán pasando sus manos por el desnudo cuerpo del contrario; enredando sus piernas y manos, dejando sus huellas en la piel del contrario. Envueltos entre las sábanas blancas de la cama, con los últimos vestigios de un atardecer rozando sus cuerpos y dándoles calidez, estaban listos para llevar su entrega al siguiente nivel, no solo por deseo carnal, si no por una promesa y una necesidad de pertenencia que tanto querian del otro.

Tal como lo había dicho Jimin, un recuerdo, que luego de saber la verdad, querían preservar en su piel, alma y corazón.

Yoongi beso el cuello de Jimin con delicadeza, bajando hasta su pecho dejando marcas que mañana serían un recordatorio de lo que pasó esa tarde, tal como los pequeños arañazos que el doncel de rubios cabellos dejaba en la espalda de Yoongi, abrumado por todos el placer que sentía por primera ves, cada que sus cuerpos se rozaban con delicadeza.

Yoongi deslizo su mano con suavidad, entre ambos cuerpos, hasta llegar al miembro despierto del doncel. Lo tomo con delicadeza, escuchando el dulce jadeo que se escapó de los apetitosos labios de Jimin.

–separa tus piernas más amor– pidió Yoongi con delicadeza, y Jimin así lo hizo.

Lentamente inserto un dedo en la virginal entrada del doncel, escuchando el quejido de dolor de sus labios. Yoongi lo distrajo besando sus párpados, mejillas y labios, con amor y dulzura.

🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon