🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]

† Capitulo XI †

La madrugada comenzó a llegar. Yoongi y Jimin regresaron, a la casa.

Entraron lo más silencioso que pudieron, subiendo a la habitación del menor.

El rechinar de una puerta, los puso alerta, haciendo que Yoongi pusiera a Jimin, tras el, para protejer lo.

–Jimin...– susurro Taehyung, con vos adormilada.

–¿tae?– dijo Jimin, mirando al mayor; fijándose en su ropa, solo usaba, una camisa larga, que cubría hasta sus muslos, su cabello estaba desordenado y sus labios hinchados.

–¿Yoongi-hyung se va a quedar?– pregunto.

–Si– contesto Jimin. Taehyung asintió, para volver a su habitación.

Jimin solo dió la vuelta, tomando a Yoongi para llevarlo a la suya. El mayor no reprochó, y siguió al doncel.

Entraron al cuarto de Jimin, el doncel se abalanzo sobre el mayor, besando sus labios. Yoongi lo tomo de la cintura, cargando lo.

–¿Quieres repetir?– pregunto divertido el mayor. Jimin nego, mientras reían dulcemente.

–solo estoy emocionado, luego de tanto tiempo, vamos a dormir juntos otra ves– Yoongi asintió, besando la nariz del doncel, con cariño.

–vete a cambiar– Jimin asintió, corriendo a vestirse.

Yoongi también se deshizo de su ropa, quedándose solo con un pantalón suelto, para dormir. Jimin salió, usando un camisón blanco, que quedaba más arriba de su rodilla.

Yoongi rio, cuando el menor, como si fuera un niño chiquito, se lanzó a la cama, envolviéndose en la cobijas, mirando al mayor ansioso.

Yoongi nego, divertido, antes de ir meterse con el a la cama. Dejo que Jimin se acurrucarse entre sus brazos, abrazando lo con fuerza.

Respiro el aroma de su cabello, para luego besarlo.

Hacía mucho tiempo que no sentía tanta paz, al irse a dormir.

Pero ya saben lo que dicen: la calma antes de la tormenta.

–Teniente Lee– hablo el guardia, entrando al oficina, de su superior. Taemin saco la vista de los documentos que revisaba, mirando al oficial –el juez y el gobernador, ya firmaron el documento, para la orden de arresto, contra Park Jimin...

–Muy bien, déjala allí– pidió. El guardia rápidamente obedeció.

–debo decir, que el gobernador, quedó muy impresionado, cuando le expuse el motivo, como todos...– Taemin asintió. Se podría decir que el también quedó sorprendido.

El oficial se mordía la lengua. Notaba que su Teniente estaba bastante decaído, cuando salió la luz, el secreto que el doncel, dueño de sus suspiros, guardaba bien escondido.