🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]

† Capitulo XIII †

Jimin se quejo, ante el golpe que se llevó su cuerpo. Yoongi —que ya se había levantado— rápidamente lo puso de pie, mientras todos los caballos los rodeaban.

Yoongi corrió con Jimin, hasta que llegaron a la orilla de un acantilado, que deba para el mar. No estaba tan alto, pero era lo suficiente, como para no atreverse a saltarlo.

Jimin lo miro con temor, tomado su brazo con fuerza, sintiendo las lágrimas bañar sus ojos —aunque no podía distinguir si era la lluvia o sus lágrimas—. Taemin llegó, posando se frente a ellos sobre su caballo.

Miro con rabia a ambos, sintiendo sus celos arder, al ver que Jimin, no se molestaba en disimular, que algo pasaba entre Yoongi y el.

–me engañaste Jimin– dijo con coraje –todo este tiempo, tu y el, me vieron la cara... Eras tú, quien lo ayudaba a escapar, me estuviste mintiendo...

–entre tu y yo nunca pasó nada, haci que no hay nada que reclamar...– aseguro Jimin, con el seño fruncido.

Taemin bajo de un salto del caballo, mientras lo guardias los volvían a rodear.

–nunca quise creer los rumores, que se decían de ti en el pueblo...hasta que ví con mis propios ojos, como te revolcabas con ese criminal...– escupió con asco.

Jimin abrió los ojos, haci lo supo; la noche de la fiesta, cuando se fue con Yoongi, Taemin los siguió.

–Min. Me has dejado muchas veces en ridículo, incluso me has robado a quien devia ser mi esposo...

–no puedo robarte lo que nunca fue tuyo...– dijo Yoongi, tomando su espada –se lo dije ese día en el muelle, Teniente...que no se metiera con lo que es mío. Y menos con Mi tesoro...

Taemin saco su espada, mientras apretaba los dientes de la rabia. Yoongi empujó el cuerpo de Jimin hacia atrás, sacando también su espada.

Una ves ya habían peleado, ahora era la revancha. El choque de la espadas, se junto con el sonido del trueno. ¿Cuál sería el resultado?...

Los caballos estaban agotados, al igual que lo jinetes, habían corrido por mucho tiempo, ya no podían seguir.

–¡Deberíamos ir a la bahía!– grito Taehyung a Hoseok –¡Los guardias han dejado de seguirnos!...

Hoseok lo pensó un momento, era bueno ir al barco y prepararlo todo para zarpar; para cuando llegara su capitán con Jimin.

–¡Vamos a arriesgarnos!– grito Hoseok, como respuesta, internado el caballo en la profunda maleza del bosque.

Estaba conciente que no resistirían más, la tormenta no daba señales de parar pronto, y debían buscar refugio.

Taehyung le siguió, aferrándose a la riendas de su corcel, tratando de no caer. No podía evitar que su corazón latiera desenfrenado, ante la inminente preocupación, que sentía por su amigo doncel.