† ℰ𝓅𝒾𝓁ℴℊℴ †

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El recuerdo de las suaves olas golpeando el barco, habia sido borrado de su memoria, por el grácil sonido, de los árboles bailando al compás del viento. A pesar de la nostalgia del principio, de haber renunciando a la libertad que representaba mirar frente a sus azules ojos, un mar abierto que continuaba más allá del horizonte, no cambiaría por nada del mundo, lo que tenía ahora.

Hace muchos años atrás, habia visto como un sueño muy lejano, una imagen de el, despertando, dónde el rostro de su doncel dormido, fuera lo primero que lo recibiera en las mañanas; el mirarse a sí mismo, sentado en el pórtico de una cabaña, contemplando el paisaje de árboles, con hojas que se pintaban de dorado en el otoño.

El deseo de hacer una vida a lado de la persona que más amaba y formar una familia con el...

Todo parecía tan lejano...

Más sin embargo, ahora era una realidad: una hermosa realidad, que no cambiaría ni por poder surcar todos los océanos y mares que hay en el mundo.

Despertó temprano en la mañana, mirando el dulce y hermoso rostro de su doncel, que dormía de manera tranquila en su cama. Se levantó de manera suave, para no despertarlo, camino de manera sigilosa, hasta bajar las escaleras y llegar la puerta.

Le gustaba sentarse en el pórtico de su cabaña, mirando hacia los hermosos arboles que se teñían de dorado en el otoño, para mirar los rayos de luz, asomar entre ellos: mirar aquella escena, dónde el sol salía por el occidente, llenando el bosque de cálidos colores, era tan liberador, como mirar al sol ocultarse en el horizonte, en medio del mar.

Un suspiro paso de sus labios, mientras estaba sentado y cuando finalmente, la luz ya estaba lo bastante alta, regreso al interior de su cabaña, para preparar el desayuno.

No tardaron en oírse pasos, que bajaban por esas simples escaleras de madera, hasta que frente a sus ojos, apareció lo que más valor tenían en su vida. Su amado Jimin, con sus cabellos rubios alborotados y sus ojos verdes, aún cargados de sueño.

–Buenos días Yoongi– dijo Jimin sonriendo con dulzura. Los ojos azules de peli-negro, tuvieron un destello de amor puro al ver a quien siempre sería su tesoro.

–Buenos días amor mío...

Su vida era sencilla en comparación de lo que antes había sido; habían hecho su hogar en medio del bosque, alejados de todo lo que pudiera traer los recuerdos de su pasado

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Su vida era sencilla en comparación de lo que antes había sido; habían hecho su hogar en medio del bosque, alejados de todo lo que pudiera traer los recuerdos de su pasado. Y estaban bien con ello...

–¡Jihoon!, ¡Dae-hyun!– Yoongi volteo a ver a su doncel, dejando de lado, el hoyo que cavaba en la tierra –¡Dejen de estar jugando y vengan ayudar!.

–Jimin, déjalos, son niños...– dijo Yoongi, el rubio miro mal al mayor.

–¿Por qué siempre los concientes tanto Yoon?– pregunto el doncel, regresando a cortar la verduras, que tenían sembradas en su pequeño huerto.

🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora