🍁 𝓔𝓵 𝓣𝓮𝓼𝓸𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 🍁 [Yoonmin]

† Capitulo XLIII †

Su cuerpo callo al vacío, mientras el solo cerraba los ojos con fuerza, soltando las que serían sus últimas lágrimas.

–¡Alto!– grito la vos de Taemin, quien se paro de su asiento para correr a la tarima.

La soja se tenso, sintiendo como está apretaba su cuello y lo asfixiaba, pero antes de pasar un segundo más así. Un disparo resonó en el aire y nuevamente sintió su cuerpo caer, hasta golpearse duramente contra el suelo: pero no abrió los ojos, solo grito hasta sentir su garganta quemar.

Su grito se mezclo con el alboroto de los presentes, mientras todos salian corriendo en diferentes direcciones.

–Jimin– escuchó las vos preocupada de Taemin.

Pero aquel golpe en la cabeza lo dejo bastante desconcertado, llevo sus manos a su cuello, dónde la soja a un le apretaba un poco, tiro de ella. Entonces sintió que alguien lo tomaba en brazos, pero a él solo le importaba tomar aire.

–Jimin...– susurro Taemin con suavidad, sujetando al doncel entre sus brazos con delicadeza.

Al ver cómo Jimin luchaba por aflojar el nudo al rededor de su garganta, Taemin saco su daga y lo corto.

El doncel entonces finalmente abrió los ojos, sentándose para comenzar tozer con brusquedad.

Miro a su alrededor, dónde se formaba un escándalo, los guardias corrían tras alguien, disparando, auyentando a un más a la gente.

Jimin miro, tratando de enfocar su vista, la cual estaba borrosa por las lágrimas, producto del miedo que sintió.

Un hombre subió a un caballo negro, para comenzar a galopar a toda velocidad, alejándose de la plaza.

–Yoongi...– susurro Jimin con la vos cortada, Taemin lo volteo a ver.

Sujeto aún más a Jimin, cuando su cuerpo colapso en sus brazos, callendo desmayado.

Hoseok esquivó a los guardias, corriendo entre la gente, para llegar al caballo, subiendo con rapidez en el y haciendo que corriera con fuerza, llendo se del lugar.

Había tenido que tomar una medida desesperada, que por poco hace que lo atrapen, pero la suerte estaba de su lado.

Cuando la trampilla se abrió, Hoseok rogó a los cielos, que diera en el blanco y uso la única bala que le quedaba para reventar la cuerda, mientras el Teniente Taemin corria hacia Jimin.

La bala dió en el blanco. Rompiendo la cuerda, haciendo que el doncel callera al suelo.

Tubo que escapar sin el, no habría forma de que se lo pudiese llevar.

Llegó a la bahía escondida. Bajo por la ladera, hasta la playa, dónde estaba el muelle, para subir al barco.

–¡Hyung!– grito Jungkook, alertando a los otros marinos.