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-Despierta Mark, te traje de comer- Sintió que Taeyong lo llamaba a la vez que prendía la luz. Lo estaba obligando a levantarse si o si de la cama, todo para poder poner la bandeja encima suyo.

Normalmente Doyoung era quien lo ayudaba a comer sus comidas, pero el omega se encontraba muy ocupado tratando de terminar de preparar las cosas para su viaje, así que hoy estaba a completa disposición de Taeyong.

Este era su último día en Canadá y también su último día viviendo en una burbuja, lejos de toda la sociedad. Se irían el día siguiente a las 10 de la noche, directo a su nueva vida en Corea del Sur.

Se encontraba más tranquilo con respecto a lo que significaba ese viaje, pero eso no quitaba el hecho de que estaba completamente aterrado.

-Hyung... sigo muy cansado, ni siquiera tengo ganas de comer -le dijo mientras resfregaba su ojo derecho.

-Sé que todavía estas cansado de la sesión de antes, pero necesitas comer, abre la boca por favor -comentó mientras le acercaba un poco de comida a la boca, la cual acepto con gusto, ya se había acostumbrado a eso- luego puedo dejarte seguir durmiendo si quieres, así ganas fuerzas para soportar lo denso del viaje, pero -dijo alargando la "e"- primero lo primero, además si no te alimento Doyoung va a asesinarme.

Soltó una pequeña carcajada por el último comentario, estaba muy seguro que el beta no exageraba para nada. Doyoung era muy meticuloso cuando se trataba de su cuidado y lo era el triple a la hora de la comida. Siempre le daba cantidades gigantes de comida y si Mark trataba de comer por si cuenta él se encargaba de hacer ese trabajo menos pesado para el más jóven.

Posiblemente los otros pacientes de Doyoung debían de estar extrañandolo con locura, extrañando que alguien los tratara con tanto amor.

-Hyung, ¿Tú también haz estado pensando en lo que paso? -decidió preguntar luego de tomar un trago de agua sin ayuda.

-¿Te refieres a lo de la sesión? -Mark asintió como respuesta- Claro que si, no puedo olvidar el hecho de que tu lobo te estaba llamando con mucha dedicación, es realmente sorprendente. Sé que la próxima vez que intentemos encontrarlo esos aullidos van a escucharse más cercanos, tengo mucha fe en ello.

-Seria capaz de correr por todo ese bosque por horas, sin parar ni un solo segundo para por fin poder tomar a mi lobito en brazos -se miró las manos, tratando de recordar su sueño- y además correría sin parar por el simple hecho de poder moverme con completa libertad, no es tan divertido ser bambi a cada rato.

Taeyong le revolvió el cabello con dulzura.

-Primero, vamos a lograr que vuelvas a tener a tu lobito en brazos, eso ya no suena imposible para nosotros, solo nos queda ser consistentes en todo el trabajo y esfuerzo que estamos haciendo -Taeyong le regalo una sonrisa de punta a punta- y segundo... cuando lleguemos a Corea Doyoung va a poder hacer un mejor trabajo para que vuelvas a tener la fuerza física necesaria, para que no nos necesites tanto. No vas a estar al 100% físicamente, no voy a mentirte, eso solo lo vas a lograr cuando tu lobito sane, pero sanar a tu lado humano va a servirnos muchísimo para avanzar en las sesiones, por eso no hay que rendirnos.

Se sintió cálido, era tan lindo que alguien confiará en él de esa manera, que creyera que fuera capaz de cumplir cosas que eran prácticamente imposibles... tener a gente que no lo forzara a cumplir cosas que no quería le hacía tan bien, podría acostumbrarse a esa buena sensación y atesorarla eternamente en su corazón sin problema alguno.

Y eso también le daba miedo, era demasiado extraño confiar en alguien con tanta rapidez y simpleza.

-Gracias, gracias por darme tantas esperanzas y por ayudarme todos los días a encontrar a mi lobito, sé que también es algo muy cansador para ti y por ello lo aprecio muchísimo.

the Moon (문) to the truth | MarkhyuckWhere stories live. Discover now