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-¿En serio? -Preguntó exaltado- ¿Ustedes dos quieren que salgamos al exterior, afuera de Ncit, siendo que todavía no puedo ni salir de la habitación?

El agujero en su pecho comenzó a doler, el aire dejo de llegarle a los pulmones de forma correcta, sus manos temblaban.

Miró a los dos mayores frente a él, ¿Qué tipo de propuesta era esa?, ¿Qué no era obvia su respuesta? No tenía sentido.

Él no tenía sentido.

-Sé que cuesta salir Mark, pero llegamos hace como dos semanas y necesitas ver algo más que paredes... -le dijo Taeyong, mirándolo muy seriamente.

-¡Pero yo si salgo! salgo un rato al patio para que me de el sol -contestó con enojo, como si eso fuera mucho.

No quería, no quería salir mucho más allá, se sentía... aterrado.

Había llegado a Corea hacía un par de semanas y ya estaba teniendo muchos más problemas de los que llegó a imaginar que tendría.

Se le era muy complicado salir de su habitación, le daba ansiedad el tener que ver a la gente, tener tantos aromas envolviendolo, estar en lugares amplios. Se congelaba y no podía ni siquiera pensar.

Era horrible y cada que trataba volver a salir de su habitación se arrepentía, no quería sufrir todo ese dolor, para nada.

Lo único que conocía de Corea era su nueva habitación, el baño, un poco de los pasillos y el patio, porque Doyoung lo sacaba de obligado a tomar sol con moderación, para recuperar toda la vitamina D que perdió con los meses encerrado.

En el avión se la paso durmiendo para evitar sentir el agobio del encierro, en el viaje para llegar a Ncit evitó mirar las calles, no podía ni siquiera ver aglomeraciones de gente sin sentir que se iba a morir.

Se sentía perdido en la vida... por completo.

¿Si quiera alguna vez conoció como era el mundo en realidad?

-Mark, con Taeyong entendemos todo lo que estas pasando, sabemos que es difícil y por eso mismo queremos hacer esto, solo queremos salir un rato contigo de noche a caminar y recorrer las calles vacias -Doyoung se acercó para sentarse a su lado- no conoces nada sobre donde estamos viviendo, de a poco debes de conocerlo, ¡Ni siquiera viste el bosque que tenemos en frente! Es la mejor parte de este lugar. En serio tienes que ver algo más que paredes, tienes que respirar un poco de aire fresco pequeño.

Mark se quedó pensando en lo que le dijo Doyoung.

"Sé que no estaba logrando mucho al estar encerrado en mi habitación, evitando todo contacto con seres vivos que podría llegar a tener, pero que me lo digan ellos lo hace real... demasiado".

Capaz no era tan mala idea salir un poco. Le daba curiosidad ver las diferencias entre Canadá y Corea, también tenía ganas de ver más allá de su alcance, de poder mirar a la luna cara cara, de ver plantas reales y respirar aire fresco.

Podía aguantarse la ansiedad y el horror un poco... un poquito.

Además le hacia sentir mal la idea de decepcionar a Doyoung y a Taeyong. Ellos se estaban esforzando demasiado para hacerlo sentir bien, no podía estar poniéndoles trabas todo el tiempo, siempre era él el que alentaba todas las cosas. No podía seguir comportandose tan negativamente.

Sí, tenía que encontrar la forma para aceptar esa propuesta.

-Yo... -no pudo terminar su frase porque fue interrumpido

-¡Dada Ten!

La puerta de su habitación fue abierta bruscamente, lo cual a Mark le dio el susto de su vida, por un niño, un niño que estaba buscando a ¿su papá? O eso suponía.

the Moon (문) to the truth | MarkhyuckWhere stories live. Discover now