🐺2-15

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Ese día... ese día al final si termino cambiando varias cosas para él, era impresionante.

En un principio estaba negadisimo, no quería saber absolutamente nada más sobre ellos... pero con los días la curiosidad termino consumiendolo con agresividad.

Y allí estaba, quien sabe por cuanta vez en en la semana, se encontraba buscando en Internet sobre su mamá, sobre la familia Koo.

Parecía un maldito acosador.

Igualmente nadie podía culparlo, luego de 16 años y un poco más, por primera vez podía ver la cara de la mujer que le dio la vida, estaba más que justificado.

Llevaba más de 10 minutos tirado en el sillón de la sala de estar mirando una de las fotos que encontró de ella en Internet, era una bastante reciente, era sobre ella y su esposo junto a sus dos hijos.

Se veía bonita con su cabello recogido y su delicado maquillaje, pero no había sonrisa alguna, solo estaba ahí, siendo parte de la foto.

Su progenitora, Haneul Koo, estaba casada con Osaki, un alfa japonés de gran renombre. Se juntaron un año y medio luego de que él naciera, 5 años después le dio su primer hijo y dos años después una hija, los cuales estaba seguro de que serían un alfa y una omega.

Miraba sus fotos de antes de casarse y las de después, se notaba una gran diferencia en ella, ya no tenía esa bella sonrisa pintada en el rostro, ya no había un aura feliz. Supuestamente su madre tuvo una enfermedad muy grave durante un tiempo, según el informe dado por la familia Koo, y por ello se veía tan rara, tan diferente.

Pero Donghyuck sabía que no era así, que su cambio tenía que ver con él.

¿Cómo había pasado?, ¿Porqué termino todo de esa manera?, ¿Cómo se pondría ella al descubrir que seguía vivo? Eran muchas preguntas sin respuesta alguna.

Recostó su cabeza en el respaldo del sillón, estaba cansado de luchar contra su propia mente.

Sobrepensar no era lo suyo, preferiría vivir sin cerebro, así todo seria más fácil.

-¿Qué te pasa mellizo malvado? -Le preguntó su madre Dawon mientras se sentaba a su lado- ¿estas viéndo a tu madre de nuevo? -tomó su teléfono para mirar mejor la foto- es muy bonita, de hecho eres muy parecido a ella, cuando sonrien son iguales.

-¿Realmente crees que me parezco a Haneul? No lo sé, creo que ella es más bonita -miro la foto en donde ell sonreía- no digas que es mi madre, mi madre son mami Ji y tú, nadie más.

-Deja de mentirte eres tan bonito como ella -pudo sentir el tono de regaño en su voz- y no esta mal decir que es tu madre, ella te quería, pero jamás pudo cumplir el rol que le pertenecía. A mamá y a mi no nos molesta si la llamas así, para nada.

Se tiro a los brazos de su madre esperando a que ella lo envolviera con sus brazos y le hiciera sentir bien.

Cuando Dawon paso su mano con delicadeza por su cabello pudo respirar con tranquilidad, lo necesitaba tanto.

Sus dos madres habían estado muy atentos a él y a Jeno, trataban de reconfortarlos, escucharlos y aconsejarlos cada que lo necesitaban. Trataban de no permitirles dejarse sentirse solos, de que no cargaran con todo eso solos.

Donghyuck realmente amaba a sus madres, podía confirmarlo más que nunca. Aún sabiendo su propia historia, aún teniendo dudas de su pasado seguía estando 100% seguro de que él no cambiaría lo que le paso y que volveria a elegirlas como sus madres mil veces más.

No se imaginaba una vida sin ellas, sin que lo mantuvieran de pie.

-¿Qué pasa DongDong? -el dulce susurró de su madre llego a sus oídos- te noto muy raro, ¿Qué es?

the Moon (문) to the truth | MarkhyuckWhere stories live. Discover now